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Siete detenidos e investigados por robar ropa usada de contenedores del Ayuntamiento de Madrid

Gacetín Madrid

Agentes de la Policía Municipal de Madrid han detenido a tres individuos, uno de ellos el responsable de una empresa textil, y otras cuatro personas han quedado investigadas por la sustracción de ropa de contenedores del Ayuntamiento de Madrid ubicados en la calle.

Tras las múltiples quejas y denuncias por el robo de ropa usada que se deja en los contenedores municipales, desde la Comisaría de Coordinación Judicial (CCJ) de la Policía Municipal se dio comienzo la ‘Operación Clothes’ durante varios meses, en coordinación con diversas comisarías de distrito y las empresas de recogida y transporte.

La primera intervención se produjo el pasado 28 de mayo, con la detención de un individuo pillado ‘in fraganti’ cuando robaba ropa de un contenedor. Se le intervinieron 1.000 kg de prendas viejas en un camión y tres llaves maestras empleadas para abrir estos contendores.

Posteriormente, el día 16 de junio, los agentes detuvieron a otro hombre sorprendido mientras robaba ropa de tres depósitos en el distrito de Chamartín. Se le intervinieron diversas herramientas como tenazas y llaves falsas, además de 1.220 kg de prendas usadas en una furgoneta, a la que había rotulado con un logotipo falso del Ayuntamiento de Madrid, siendo por tanto inmovilizada.

La tercera detención se llevó a cabo el pasado 19 de julio, cuando se procedió a arrestar al responsable de Ausa Textil S.L. por los diversos indicios que apuntan a su participación en dichos robos de ropa usada. También han quedado como investigadas otras cuatro personas, dos de ellas sorprendidas el 16 de junio en Moratalaz en una furgoneta con el mismo logotipo falso, pero esta vez vacía.

Según las investigaciones, se trata de una banda organizada que sustraía ropa usada depositada en los contenedores del Ayuntamiento en la calle. Lo hacían o bien forzando la cerradura y cambiando el cerrojo por uno propio, o bien colocaban contendores falsos.

Posteriormente, trasladaban toda la ropa usada sustraída en furgonetas y camiones a diversas naves industriales a las afueras de la capital para ser posteriormente vendidas a particulares o a empresas como ropa de segunda mano ordinaria.

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