El Ayuntamiento ha aprobado, inicialmente, este jueves en la Junta de Gobierno el plan especial de protección y puesta en valor de los lienzos de las antiguas murallas árabe y cristiana de Madrid, así como de la edificación existente en el ámbito con el objetivo de dar a conocer a la ciudadanía estos restos históricos que son parte del origen de la capital.
El plan, de iniciativa pública y realizado por el Área de Desarrollo Urbano, tal y como ha explicado el delegado del ramo, Mariano Fuentes, abarca el Área de Planeamiento Remitido (APR) Muralla -que ya delimitó el Plan General de Ordenación Urbana de 1997, con una superficie de 25.748,19 m2 y constituido por tres manzanas discontinuas del casco histórico (escalinata-espejo, almendro-Cava Baja y parque del Emir)- y lo amplía específicamente a un área de protección de la muralla (de 300.873,50 m2) que engloba las manzanas anteriores y también las parcelas edificables públicas y privadas, parte del viario y espacios libres que contienen o pueden contener restos de la antigua muralla de Madrid, cuya existencia se ha constatado o se encuentra documentada históricamente.
La finalidad es liberar los lienzos de las murallas cristiana y árabe, embebidas en el caserío del casco antiguo y espacios libres, incorporando una normativa específica que permita la recuperación paulatina de los lienzos, así como la ordenación completa y pormenorizada del ámbito, la catalogación de los elementos protegidos, la inclusión en el catálogo de edificios de nuevos inmuebles y la calificación y puesta en valor de zonas verdes que servirán como puntos de contemplación de la muralla y de divulgación cultural.
Se propone la inclusión de las nuevas zonas verdes donde existen restos de muralla en el catálogo de jardines de interés con el nivel 4 de protección por tratarse de espacios situados en lugares de especial significación de la ciudad. Además, se prevé la implantación de un equipamiento cultural para la difusión de la muralla.
Otra de las medidas incluidas es la segregación de la parcela ubicada en la calle Bailén, 12 para adaptarse a la parcelación histórica y, en particular, a la traza de la muralla, recuperando el espacio a nivel de planta inferior para descubrir y potenciar los restos existentes e incorporar su presencia al recinto del parque del Emir. También se proponen unos cerramientos que permitan la permeabilidad visual desde la vía pública, restituyendo la continuidad de la trama urbana del casco antiguo.
Proteger y dar a conocer el patrimonio
Por decreto del 15 de enero de 1954 del entonces Ministerio de Educación Nacional, se declaró monumento histórico-artístico los restos de la vieja muralla de Madrid. “La importancia arqueológica de este monumento es muy grande, pues Madrid no está sobrado de patentes recuerdos de su historia y puede decirse que carece de los de la época medieval”, decía el texto.
Este plan especial, que ahora se aprueba y sale a información pública por el plazo de un mes, se justifica en la necesaria protección del patrimonio histórico, artístico y cultural español, al ser esta materia de interés público, por lo que las administraciones públicas deben realizar todas las actuaciones tendentes a protegerlo, rehabilitarlo y mejorarlo.
Uno de los aspectos importantes es la necesidad de superar la paralización urbanística que ha tenido lugar en el APR Muralla, permitiendo, a través de las normas específicas que ahora se fijan, la rehabilitación de las construcciones existentes, la mejora de las condiciones de habitabilidad en las viviendas y locales, así como la mejora de las condiciones medioambientales en esta parte del centro histórico de la ciudad.