El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha autorizado hoy la adjudicación de las obras de modernización integral y accesibilidad de la estación de Metro de Begoña (línea 10), entre los distritos de Chamartín y Fuencarral-El Pardo, por un importe de casi 18 millones de euros. Está previsto que los trabajos, con una duración de 24 meses, comiencen en el primer semestre de 2023.
El proyecto de reforma de esta parada, que da servicio a los usuarios y trabajadores de los Hospitales Universitarios públicos de La Paz y Ramón y Cajal, incluye la instalación de siete ascensores y la construcción de pasillos de conexión que la doten de recorridos plenamente accesibles.
El objetivo es facilitar el transporte público a todos los viajeros y, especialmente, a aquellos con movilidad reducida. En lo que respecta a las tareas de modernización se renovarán los suelos y pavimentos y se construirán nuevas salidas de emergencia hacia el exterior. Se trata de una actuación muy demandada por la cercanía a los dos centros sanitarios de referencia en la región. En 2021 la estación de Metro de Begoña contabilizó más de 2,4 millones de viajeros, con una media de 12.500 usuarios en día laborable.
Estos trabajos desde la Consejería de Transportes e Infraestructuras se encuentran dentro de los Planes de Accesibilidad e Inclusión de Metro de Madrid, que permitirá que los espacios aptos para las personas con movilidad reducida pasen del 70% actual hasta el 84% en 2028.
El Ejecutivo regional refuerza así su compromiso de suprimir barreras arquitectónicas en las instalaciones del suburbano. A día de hoy cuenta con 558 ascensores y 1.712 escaleras mecánicas repartidos por toda la red, siendo el primer metropolitano de Europa en esta clasificación y el tercero del mundo.
De otro lado, el Consejo de Gobierno también ha aprobado los trabajos para eliminar el amianto de los cuartos técnicos y otros elementos aislados en el suburbano madrileño por un importe de 3,3 millones de euros. Estas labores son parte del Plan de Desamiantado, con el que la compañía invertirá hasta 170 millones de euros para eliminarlo en su red.