La Comunidad de Madrid recupera hoy el servicio del primer autobús eléctrico autónomo que circula sin conductor por el Campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid con la incorporación de una serie de mejoras técnicas como una frenada más suave, cinturones de seguridad para los seis viajeros sentados de los 12 que pueden viajar en su interior, mejor definición de la ruta, y opción de salvar obstáculos en determinados puntos que consiguen ampliar la seguridad y el confort de los usuarios.
El autobús, operado por la empresa ALSA, es un vehículo de EasyMile que incorpora la tecnología LIDAR, un sistema de medición y detección de objetos mediante láser. Dispone ahora de una actualización de hardware y dos dispositivos LIDAR más para la mejora en seguridad, definición y supervisión del terreno tanto de peatones como de vehículos.
Otras mejores introducidas en el software del vehículo son un mapeo de la ruta que introduce las mejoras del recorrido, y una actualización del sistema de frenado para que sea más suave. Estas mejoras introducidas permiten que se aumente su velocidad gracias a la nueva versión instalada para sortear obstáculos donde sea posible.
Por otro lado, se han introducido modificaciones que permiten incrementar la dirección y revisión en remoto del autobús desde el puesto de control, como el rearme y reinicio del sistema o el sorteo de obstáculos. El vehículo no lleva conductor ni dispone de volante al uso, pero, por seguridad, es obligatorio que siempre viaje en él un asistente que puede conducirlo en modo manual en caso de cualquier incidencia desde una palanca de mando.
La cabecera del servicio estará situada en la estación de Cercanías de Cantoblanco y recorrerá las principales instalaciones del campus a lo largo de un recorrido circular de 3,8 kilómetros. Todas las paradas serán accesibles según los criterios de accesibilidad del Consorcio Regional de Transportes. Para facilitar la circulación del bus se ha señalizado el carril por el que va a circular con una cuerda o línea continua en el eje del carril.
Además, se han instalado unas señales de tráfico indicando que se trata de una vía preferente para el bus autónomo y se han realizado pruebas de circulación para evaluar el recorrido, analizar los posibles obstáculos y realizar un mapeo de la vía de circulación.
El proyecto piloto del bus autónomo supone el desarrollo de diversos proyectos de I+D+i vinculados con soporte y apoyo tecnológico e innovador de la Universidad Autónoma. La Comunidad de Madrid apuesta, con iniciativas como ésta, por un nuevo modelo de movilidad basada en el vehículo eléctrico, o movido con energías limpias, compartido y autónomo, basado en los principios de sostenibilidad ambiental y seguridad.