- Les hacían creer que estaban comprando monedas virtuales y que obtendrían un gran beneficio mostrándoles una página web donde, una vez registrados como usuarios, podían ver crecer su saldo.
- Se trata de una estafa piramidal en la que los primeros inversores reciben los intereses prometidos consiguiendo así más clientes al recomendar este tipo de negocio.
- Se realizó un registro en el domicilio de los líderes de la organización donde se encontró numerosa documentación que ponía de manifiesto la posible existencia de más afectados por lo que la investigación sigue abierta.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a ocho personas en el distrito madrileño de Arganzuela como presuntas responsables de un delito de estafa al hacer creer a los afectados que estaban comprando una moneda virtual que les generaría un gran beneficio tal y como les mostraban en su página web.
Se trata de una estafa piramidal donde son los primero inversores los que reciben los intereses prometidos consiguiendo así más clientes al recomendar este tipo de negocio. En el registro del domicilio de los líderes de la organización encontraron numerosa documentación que pone de manifiesto la posible existencia de más víctimas por lo que la investigación continúa abierta.
La investigación se inició en enero del presente año cuando se recibieron denuncias de cinco personas que aseguraban haber sido víctimas de una estafa al haber comprado moneda virtual en una página web que podía ser fraudulenta. Los agentes comenzaron sus primeras averiguaciones y comprobaron que dicha web era una especie de libro de contabilidad falso donde los inversores podían ver crecer su saldo ficticio pero nunca retirar cantidad alguna, así les hacían creer que el negocio estaba funcionando y que era efectivamente rentable.
Captaban a sus víctimas entre miembros de comunidades religiosas
Los investigadores constataron que detrás de esta posible estafa se encontraban ocho personas siendo dos de ellas los líderes del grupo. Tenían unas tareas definidas, desde los comerciales que captaban a los inversores, los que impartían conferencias, otros que manejaban las redes sociales para mostrar el éxito y lujo que se podía alcanzar y otros que se encargaban de las tareas administrativas.
Buscaban a la mayoría de las víctimas entre los miembros de las comunidades religiosas y después de este primer contacto, les llevaban a un domicilio donde estaban los dos cabecillas. Uno de ellos era el supuesto presidente de la empresa y la mujer decía ser personal diplomático para dar mayor fiabilidad a la inversión.
Estafas piramidales: solo los primeros inversores reciben ingresos
Los policías comprobaron que se trataba de una estafa piramidal donde solo los primeros inversores veían su saldo crecer recibiendo sus primeros ingresos que eran en realidad abonados con la inversión de las siguientes víctimas. Cuando se percataban que habían sido engañados, los propios estafadores les decían que ellos mismos también habían sido víctimas de otra organización internacional y que contaban con abogados para reclamar lo perdido. Además, les convencían para que no denunciasen a la policía ya que de lo contrario se paralizaría todo el proceso.
A principios del presente mes lograron la identificación y detención de los ocho presuntos autores y en el domicilio registrado encontraron numerosa documentación que ponía de manifiesto la posible existencia de más víctimas por lo que no se descartan nuevas denuncias. Por el momento el fraude de todo este entramado criminal asciende a más de 100.000 euros con un total de doce afectados.