La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se reunirá este sábado en Roma con alcaldes y concejales de las ciudades italianas de Milán, Nápoles, Bolonia, Siracusa, Latina y Palermo para tratar el cierre de los puertos europeos del Mediterráneo a los migrantes y el bloqueo de las embarcaciones de rescate de diferentes ONG.

También participará en la reunión la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, el director de Open Arms, Oscar Camps, así como representantes de las ONG dedicadas al salvamento marítimo Sea Watch y Mediterranea. Carmena estará acompañada en este viaje por Marta Higueras, primera teniente de alcalde y delegada del área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.

Antes de esa cita sobre la crisis en el Mediterráneo, la alcaldesa firmará este viernes, un memorándum de entendimiento (MOU) con Jose Graziano da Silva, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y el Desarrollo (FAO). Con este acuerdo, el Ayuntamiento de Madrid pretende, entre otros objetivos, «intercambiar experiencias y cooperación a fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, apoyar la lucha contra el hambre y fomentar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios».

Los líderes políticos reunidos en Roma quieren sellar una alianza entre ciudades europeas para apoyar a las organizaciones humanitarias y a los barcos de salvamento que operan en el Mediterráneo para ayudar a los migrantes. Al mismo tiempo, van a manifestar su intención de trabajar unidos para revertir la involución de los principios fundacionales de la Unión Europea, basados en la solidaridad y el respeto a los derechos humanos.

En las últimas semanas los barcos de rescate Aita Mari, Open Arms y Sea Watch 3 han recibido la denegación administrativa para desarrollar las tareas de salvamento marítimo humanitario. Ante esta situación, las ciudades quieren explorar una estrategia conjunta para la defensa de los derechos humanos y el derecho a la vida de los migrantes. Se trabajará para consensuar una actuación unitaria de emergencia y los efectos del apagón humanitario en esta zona del mar Mediterráneo.

El barco de Open Arms está bloqueado en el puerto de Barcelona desde el 8 de enero pasado, cuando debería haber salido en dirección a la zona de operaciones SAR (search and rescue) de Libia para continuar su labor humanitaria de observación y rescate. Sin embargo, el Ministerio de Fomento, a través de la Capitanía Marítima, negó el permiso a la embarcación ante el incumplimiento de la normativa marítima.

De hecho, ha denegado la salida hasta que no se garantice que existe un acuerdo por el desembarco de personas auxiliadas en el mar con las autoridades de la zona SAR del Mediterráneo, un hecho que es poco probable ante el cierre de los puertos de Italia y Malta.