Opinión: Que Pablo Iglesias Posse se sienta orgulloso de nosotros

Gacetín Madrid

por DIEGO RUIZ

Muchos dicen que esta puede que sea la última oportunidad para que los socialistas remontemos el vuelo. Algunos, incluso creemos y sostenemos desde hace tiempo que el PSOE debe caminar hacia la refundación (y que conste que lo sostengo y lo defiendo desde antes de que Pedro Sánchez llegara a la Secretaría General).

No es cierto que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero tampoco lo es que volver al Pasado sea dar pasos atrás: todo tiene su término medio.

Seamos justos con la Historia del Partido Socialista Obrero Español, pues ésta no ha sido precisamente un camino de rosas (valga aquí la palabra que es símbolo y fuerza de nuestras ideas) y por tanto, lo que está pasando ahora mismo si bien se puede convenir en que es la peor crisis del partido desde la llegada de la Democracia, considero que ha habido peores momentos que el actual, pues por ejemplo no creo que fuese nada fácil ser socialista en los tiempos de la Dictadura donde muchos pasaron por la cárcel o perdieron su vida por ello y otros, tuvieron que refugiarse en la más que injusta clandestinidad o incluso tener que exiliarse de España.

Recuerdo el fatídico 1 de octubre de 2016, tal y como confesé por teléfono a mi padre, como uno de los peores días de mi vida. Y lo digo así, porque mi vida sin el PSOE no tendría sentido. Lo sentí así y confieso que hasta me costó dormir aquel día. No he podido comprender hasta ahora, cómo es posible que mi partido haya consentido con la abstención que vuelva a gobernar el Partido Popular porque para mí, lo veo muchísimo peor que un pacto con PODEMOS y los nacionalistas. Eso sí, teniendo claro que bajo ningún concepto habría apoyado un Gobierno socialista bajo la premisa independentista sino bajo la de la negociación a favor de un cambio constitucional que España necesita desde hace muchos años, con tal de vertebrar de una manera más justa el territorio español. Pues justicia, es justo lo que no veo en España cuando el modelo de financiación autonómica se percibe como algo bastante mejorable. Y lo dice alguien que vive en una tierra humilde como es Andalucía y que nació en otra también muy similar como es mi añorada y querida Castilla-la Mancha.

Confieso abiertamente que si yo hubiera sido diputado nacional, por conciencia y como forma de cumplir con el contrato ciudadano firmado en las urnas con nuestros votantes, mi voto en la investidura de Mariano Rajoy habría sido un rotundo NO aunque eso, me costara el pago de una multa pero prefiero pagar eso que ahorrarme el dinero a cambio de arrastrar sobremanera mi conciencia y mis convicciones socialistas.

Confieso también que he releído muchas veces, las frases y los textos que he podido encontrar de nuestro fundador al cual, tengo que pedirle perdón por todo lo que está sucediendo.

Pero no quiero plasmar aquí sólo un pensamiento negativo y es que, a veces en la vida tiene que pasar algo fatal para que seamos capaces de reaccionar y dar como ciudadanos lo mejor de nosotros mismos dando ejemplo todos y cada uno de los militantes, de cómo una revolución puede ser llevada a cabo sin tener que emplear el uso de la fuerza o de la violencia. Eso jamás.

A lo largo de la Historia, hemos sido ejemplo de participación ciudadana. Hemos sido capaces de llevar a cabo elecciones Primarias para elegir a nuestros candidatos y en ese camino, confrontar civilizadamente diferentes proyectos para así debatir sobre Socialismo que es algo que seguramente durante mucho tiempo hemos perdido y ahí, ha estado uno de nuestros grandes problemas pues no hay Socialismo posible sin uno de sus pilares fundamentales, como es el debate. Es cierto que, a veces ha habido un divorcio  entre los dirigentes y la militancia. En ocasiones, se ha creído que ostentar un cargo era poco menos que estar sentado en un trono celestial que todo lo puede y eso, no conduce más que al elitismo que no es para nada propio de la Izquierda.

Y hablando de Historia, destaco aquí que desde los tiempos de la II República (allá por el año 1931), el Partido Socialista Obrero Español ya elegía a sus candidatos mediante Primarias, lo cual me parece totalmente acertado puesto que ser militante significa, entre otras muchas cosas, tener derecho a voz y también a voto y eso, espero que no cambie nunca y se instale en el Partido de manera definitiva y para siempre.

Seamos autocríticos y reconozcamos que no hemos sido lo suficientemente exigentes con nosotros mismos. Ha tenido que pasar un día trascendental e hiriente como el 1 de octubre, para que reaccionemos todos los que sentimos el Socialismo como algo que forma parte de nuestra piel.

El Socialismo ha perdido la conexión con la realidad de la calle en muchas ocasiones. No ha sabido responder a los problemas de la gente y es algo que ha pasado factura a todos y cada uno de los partidos socialdemócratas europeos en la actualidad. Es por eso, que esta crisis actual que estamos viviendo en el PSOE, no es por tanto, un caso aislado. Veamos el caso de Francia donde aún gobernando, está pasando por momentos complicados por haberse convertido en un partido irreconocible para el votante medio de Izquierdas.

Quien escribe no se encuadra dentro de la corriente Izquierda Socialista, pero reconozco el papel fundamental que ésta está desarrollando en estos cruciales momentos, donde destaco a mi medio paisano (pues en parte me siento granaino, que no granadino) José Antonio Pérez Tapias o Andrés Perelló. Y coincido con ellos porque creo que debemos emprender la tarea de “descentralizar” el PSOE y volver a la senda de la Izquierda que a mi juicio hemos perdido, a consecuencia de esa deriva liberal que ha emborronado nuestra esencia hasta perder millones de votantes.

Y no. No me estoy podemizando por escribir y pensar cosas como esta, puesto que el espacio de PODEMOS no es precisamente el terreno que debemos conquistar sino aquel que ha ocupado esta formación política y que ha sido nuestro durante décadas y es justo la que yo llamo la Izquierda del PSOE, que reclamo desde siempre y aún más ahora que soy consciente de que hoy, esta Izquierda ha cambiado de acera aunque quien sabe si sólo lo ha hecho poniendo un pie porque con el otro, esperan nuestra reacción para volverse a la nuestra poniendo no uno sino los dos pies.

Reconozcamos también que tenemos males enquistados desde hace años. Que nos hemos enfangado en el peligroso juego del “y tú más” con la Derecha, cosa que interesa a esta parte pues ellos se mueven como pez en el agua consiguiendo desde la base del “divide y vencerás”, que los socialistas seamos ahora el partido que más incertidumbre despierta entre los votantes. Y es que no nos equivoquemos, pues aunque también se espera la reacción de PODEMOS en su proceso interno, la mayoría de la Izquierda aún sé que tiene esperanzas depositadas en el PSOE pues saben, que no hay partido mejor en España para saber darle la vuelta a la situación que el país está atravesando que el Partido Socialista Obrero Español. Estoy convencido de ello.

Decir que no debemos caer en los insultos, en las faltas de respeto y en los enfrentamientos cainitas y es que creo que lo debemos de hacer es decir la verdad, pero es muy difícil avenirse a ella en algunas ocasiones. A pesar de las heridas internas que tenemos, pido por favor que haya un debate sano de propuestas, de proyectos que a buen seguro serán útiles para llevar a cabo la imprescindible renovación que nuestro partido necesita. Y cuando digo renovación hablo de ideas, de proyecto y también de personas.

No quiero caer en la alabanza hacia nadie pues no la veo ni justa ni necesaria. Además, es de sobra conocida mi preferencia por Pedro Sánchez Pérez-Castejón al que avalaré y votaré sin ningún género de duda, pero quedarme en el líder sería injusto, equivocado y cojo pues el proyecto de Pedro debe ser no el de Pedro solamente, sino el de todos y cada uno de los miembros de la familia socialista. Unámonos todos de una vez. Agrupémonos todos en la lucha final como dice la canción de la Internacional pues así, y sólo así podremos alcanzar el objetivo de gobernar España desde el prisma de la Izquierda.

No podemos estar por más tiempo parados en disputas internas, puestas están nos pueden llevar a la autodestrucción del partido. Ahora bien, si no somos capaces de llenar de contenidos el Socialismo, no esperemos que se llenen de gente las Casas del Pueblo, porque si nosotros no vamos casa a casa explicando nuestro proyecto a los demás, no esperemos que vuelvan. Serán como las oscuras golondrinas de Bécquer y no creo que eso sea lo que ningún socialista de corazón quiera.

Seamos el orgullo de nuestro país. Volvamos a la Izquierda de siempre. A nuestra Izquierda socialdemócrata hundiendo también en nuestras raíces la esencia que nos dejó Pablo Iglesias Posse, recuperando el protagonismo en las calles siendo los verdaderos abanderados de la lucha obrera.

Estamos a tiempo.

 

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