Según el informe anual Una economía para el 99%, de Oxfam Intermón, el conjunto de los españoles vive peor hoy que hace 12 años.
Desde que estalló la crisis en 2007, España se ha consolidado como el segundo país de la UE, por detrás de Chipre, en el que más se ha incrementado la brecha social: 20 veces más que el promedio europeo. La renta media en España cayó un 9% entre el 2007 y el 2014, pero la caída de la renta del 10% más pobre de la población fue el doble: un 21%. En 2007, el 10% más rico disfrutaba en España de una renta 10 veces superior a la del 10% más pobre. En el 2015, la diferencia era de 15 veces. Además, las diferencias existentes entre Comunidades Autónomas siguen sin reducirse y se mantienen como hace décadas.
Desde Unión Progreso y Democracia (UPYD) exigen «medidas fiscales, presupuestarias, institucionales y constitucionales para lograr que España sea un país más justo socialmente, donde haya menos desigualdad y menos pobreza y donde puedan fortalecerse el Estado del Bienestar y los servicios públicos esenciales». Entre otras, proponen:
– Implementar fórmulas para aminorar los costes de cotización a la Seguridad Social en la contratación de empleados pertenecientes a colectivos que tienen mayor dificultad para acceder al mercado de trabajo (mujeres, personas mayores de 45 años y jóvenes de entre 25 y 35 años), evitando la precarización de las condiciones laborales.
– Adaptar programas y cursos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) a las necesidades individuales de los desempleados y de las empresas contratantes; además, serán obligatorios para aquellos desempleados que perciben prestación por desempleo.
– Introducir un contrato único que afecte a los nuevos empleos. Este tendrá una indemnización por despido creciente e irá acompañado de una indemnización portátil que posibilitará la movilidad voluntaria del trabajador sin renunciar a sus derechos adquiridos.
– Facilitar, en los casos de aquellas empresas que atraviesen dificultades económicas acreditadas, la conversión de los contratos a jornada completa hacia contratos a tiempo parcial, evitando así que se llegue a situaciones más perjudiciales tanto para la empresa como para los trabajadores.
– Integrar todas las Comunidades Autónomas en un sistema común e igualitario de financiación que responda a los principios de multilateralidad, solidaridad y suficiencia, evitando de esta forma evitando que la gestión de recursos públicos esté determinada por criterios puramente localistas y clientelares. Para ello también habría que traspasar competencias autonómicas (Educación y Sanidad, entre otras) al Estado.
– Suprimir duplicidades e ineficiencias entre instituciones, reducir o suprimir algunos órganos innecesarias, como las diputaciones o el Senado y cerrar aeropuertos,.líneas de AVE sin tráfico suficiente y otras infraestructuras que no tengan justificación económica. En su lugar, destinar el dinero público a lo realmente productivo (inversiones productivas, I+D+i, industria, tecnología, ciencia, Educación y gasto social).
– Aumentar el salario mínimo interprofesional y calcular las pensiones sobre los mejores años de cotización.
– Flexibilizar el sistema de cotizaciones de los autónomos a la Seguridad Social y hacerlo depender de sus rendimientos netos reales (permitiendo, en su caso, la cotización voluntaria por una base mayor), implementando el cálculo de las cuotas de cotización en función de los días efectivamente trabajados y no por meses completos y revisando el sistema de penalizaciones y recargos en caso de impago puntual.
– Modificar la fiscalidad para que paguen más los que más tienen y paguen los que apenas pagan, luchar contra el fraude y la elusión fiscal y hacer frente a la corrupción. a. La legislación contra estos problemas ha de ir acompañada de una administración tributaria eficaz, dotada de medios suficientes, respaldada por el Gobierno y con la que colabore la sociedad
“La desigualdad territorial y ciudadana son los mayores problemas a los que se enfrenta España. Algunas de las medidas expuestas no son difíciles de llevar a cabo. Pero falta visión de Estado, sensibilidad social y voluntad política”, asegura Gorka Maneiro, portavoz nacional de la formación.
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Hoy mi comentario es por la indignación que me produce comprobar como la ideología de los concejales afecta a los distritos y más concretamente a mi distrito, que se deteriora a marchas forzadas.
Hablo de Barajas, un distrito con zonas sociales muy diferentes pero que ha visto rebajado su presupuesto por una concejal que lo considera «rico» y en el que cuando conseguimos que se señalen los baches (Alameda de Osuna) para arreglarlos antes de que los conductores pierdan una rueda o algo peor, pues bien, el tiempo transcurrido por la desidia, hace que hasta se borren sin ARREGLAR NADA.
Para muestra un botón y esta hoy es la mía.