por Javier Pérez Cobo, secretario general de las Juventudes Socialistas de Fuencarral-El Pardo.
En las últimas semanas hemos visto como la derecha más extrema encarnada en Isabel Díaz Ayuso proponía la revisión de contenidos con el objetivo de eliminar todo lo que les es incómodo.
Esto es algo que se lleva practicando a lo largo de la Historia, por ejemplo, en la antigua Roma, cuando un emperador era depuesto por sus oponentes, se procedía en muchos casos a realizar una Damnatio Memoriae, es decir, la eliminación de ese personaje y toda su obra de los libros y documentos (entre otras cosas), con el único fin de silenciarlo y que cayera en el olvido.
En este mundo en el que vivimos, donde la información ya no escasea, este tipo de prácticas son menos fructíferas, eso no quita que ciertos grupos políticos, como es en este caso el PP, propongan esto para intentar ocultar la historia a las nuevas generaciones.
La verdad es que no me sorprende esta actitud, ya que el PP de Madrid esta tratando de mimetizarse con VOX. Aunque no me sorprenda, si me preocupa, sobre todo cuando nos quieren vender que son gente centrada que respalda el sistema de bienestar que tanto nos ha costado levantar a los españoles.
¿Qué deben hacer los socialistas, a mi juicio, en este contexto?
Los socialistas, como diría Julián Besteiro, deben realizar actos propagandísticos y alejarse del ruido que quieran generar tanto la derecha extrema como la extrema derecha, haciendo una exposición de ideas de la forma más clara y contundente con el fin último de que l@s madrileñ@s sepan hasta la última coma de nuestro programa.
Concretamente, cuando hablamos de la educación pública y la cultura, la ciudadanía debe saber que la prioridad del socialismo madrileño es la de invertir en la educación pública, dotar a los centros de plazas suficientes (cosa que ahora no se cumple) y reabrir la educación pública de 0-6 años.
Respecto a la cultura, la juventud se merece un ocio alternativo más allá de la cultura de la “cañita en el bar”, por lo que debemos ser la vanguardia en la promoción de museos, teatros, cines y demás actividades para fomentar el pensamiento crítico de nuestra ciudadanía, cosa que en la actualidad brilla por su ausencia con poca oferta de ocio alternativo, nula colaboración con el tejido asociativo regional y unos precios que hacen a la mayor parte de la juventud incapaz de disfrutar de esta oferta.
Solo con este conjunto de medidas se puede revertir la falta de oportunidades y las carencias que sufre la juventud madrileña. Esta es la única forma de colocar a todos los ciudadanos en la misma casilla de salida para que puedan desarrollar su proyecto de vida en total libertad.
No hay nada más patriótico que asegurar el futuro de las nuevas generaciones y este futuro solo se puede construir con unos servicios públicos de calidad.
