Vivimos en una sociedad que hace que nos preocupemos mucho por el futuro. Constantemente nos estamos preguntando qué será de nosotros el día de mañana, y eso se debe a toda la problemática que vemos a nuestro alrededor. Jubilaciones cada vez más tardías, falta de empleo o la precariedad de algunos trabajos que hacen que nuestra contribución al sistema no sea la que debería. Es por eso que a menudo buscamos opciones que nos garanticen la máxima tranquilidad posible. Las rentas vitalicias nos ofrecen ese plus que podemos necesitar a la hora de nuestra jubilación.
Al fin y al cabo, después de estar trabajando tantos años lo único que queremos es poder hacer holgadamente todo aquello que no pudimos por nuestros horarios, conciliaciones laboral-familiar y ritmo de vida. Buscamos soluciones que nos ofrezcan calma, estabilidad y seguridad. A continuación explicaremos de una manera clara y sencilla qué son las renta vitalicias y por qué debemos apostar por ellas.
La renta vitalicia es un seguro de vida ahorro que nos ofrece unos ingresos periódicos hasta el día de nuestro fallecimiento y ofrece soluciones a la pérdida de poder adquisitivo en el momento de la jubilación. Es una forma de garantizarnos una mejor calidad de vida con un complemento económico a nuestra pensión pública. Una vez esté clara la cantidad inicial que vamos a aportar, fijaremos el importe que queremos percibir cada mes.
La opción más inteligente
La renta vitalicia es la mejor elección para no estancar los ahorros que con tanto esfuerzo hemos conseguido. Depositarlo en casa o en una cuenta corriente es bastante común pero no es lo más inteligente. Lo que nos interesa es que nuestro dinero se mueva, rentabilizarlo y hacer todo lo posible para que nos aporte beneficios año tras año.
Nos ofrece la posibilidad de que sean dos titulares los que la contratemos. De esta forma, la renta está garantizada mientras uno de los dos miembros viva. Podremos asegurar a nuestra familia de una parte o del total asegurado si así lo deseamos. Además de ofrecernos la tan cotizada tranquilidad que necesitamos, tenemos la opción de incrementar nuestra renta mensual cuando queramos (primas extraordinarias).
Tipos de renta vitalicia
Actualmente en España contamos con dos tipos de renta vitalicia: las inmediatas y las diferidas. Con las rentas vitalicias inmediatas el beneficiario empieza a cobrar al mes siguiente haber depositado su aportación inicial (prima única), mientras que en las rentas diferidas se acuerda una fecha futura en la que comenzar a cobrar las mensualidades. Basándose en esto, cada aseguradora puede contar con diversos subtipos de renta vitalicia entre las que podremos escoger dependiendo de nuestras características y circunstancias personales. Las más comunes son la Renta Vitalicia Capital Reservado, Renta Vitalicia Inversión Flexible, Renta Vitalicia Tranquilidad y Renta Vitalicia Tranquilidad Flexible. Nuestra aseguradora de confianza nos ofrecerá toda la información que necesitamos.
Cada vez más personas estamos barajando la posibilidad de optar por este gran descubrimiento. Las rentas vitalicias son quizá el fin de los quebraderos de cabeza, las preocupaciones y los ajustes para llegar a fin de mes. Nos brinda la oportunidad de poder disfrutar de lo que más nos merecemos: la tranquilidad.