El área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid se encuentra inmersa en la tramitación de la nueva Ordenanza de Calidad del Aire y Sostenibilida, que tiene intención de aplicar para después del verano.
Una de las medidas estrella para la nueva Ordenanza de Medio Ambiente se basa en habilitar a la Policía Municipal y a los Agentes de Movilidad para que, ante cualquier indicio de emisiones de monóxido de carbono superiores a las establecidas, pueda obligar a los conductores a someterse a un examen detallado del vehículo en los centros oficiales de control (ITV).
En caso de comprobarse que las emisiones del vehículo intervenido superan los límites establecidos, los agentes podrían aplicar las multas establecidas, incluyendo la inmovilización y la retirada definitiva del vehículo.
En el caso de que el propietario del vehículo se niegue a ello, la Administración podrá multarle por falta de colaboración. Además, en el caso en que la emisión de humos sea de gran intensidad y se esté circulando con el protocolo de contaminación activado, o en el caso de que el conductor se niegue a la inspección en la ITV o que el vehículo no haya acudido a la revisión correspondiente en los centros de control (ITV), el Ayuntamiento podrá proceder a la inmovilización o retirada del vehículo en los supuestos de la Ley de Capitalidad.
Con ello, el Consistorio madrileño pretende reducir la principal fuente emisora de contaminación en la capital: el tráfico. Para ello, se reforzarán los controles sobre las emisiones de los escapes de los vehículos de motor de combustión.
“Ya existe desde 1985”
El portavoz de Medio Ambiente y Movilidad en el Grupo Municipal Socialista, Alfredo González, ha denunciado que “una de las medidas anunciada por el Gobierno de la Ciudad para mejorar la calidad ambiental, ya existe y lleva incumpliéndose desde 2010”.
La Ordenanza de 1985, en sus artículos 60 a 66, exige que todos los vehículos cumplan con unos límites de emisión de monóxido de carbono y habilita a la Policía Municipal para que, ante cualquier indicio de emisiones superiores a las establecidas, pueda obligar a los conductores a someterse a un examen detallado del vehículo en los centros oficiales de control. En caso de comprobarse que las emisiones superan los límites establecidos, se aplicarían las sanciones establecidas, incluyendo la inmovilización del vehículo.
Según el concejal socialista, “el problema es que en noviembre de 2010 se cerraron los dos centros municipales de control de emisiones de vehículos de los que disponía el Ayuntamiento de Madrid y que, desde entonces, el sistema municipal de prevención y control de este tipo de emisiones no ha funcionado eficazmente. Desde el cierre de estos centros, las inspecciones se limitan a comprobar que el vehículo ha pasado la ITV”.
El Ayuntamiento ha cerrado las dependencias municipales de control, pero, además, “ha reducido el número de inspecciones anuales que la Policía Municipal realiza de este tipo de infracciones, que se sitúa en las 40 ó 50 al año, en un parque automovilístico de casi 2 millones de vehículos”.
Por su lado, desde el Ayuntamiento inciden en que la intención es que se lleven a cabo estas inspecciones de emisión de humos y sacar de circulación aquellos vehículos que incumplan la normativa, incidiendo en que la de 1985 está «desactualizada respecto a las necesidades ambientales actuales», por lo que es necesario renovarlo tal y como contempla la redacción de la nueva Ordenanza de Movilidad municipal.
1 Actualizada:
YA ERA HORA! Pero no me lo creo …