El concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Pablo Soto, ha presentado esta noche de martes, 8 de octubre, su renuncia a su acta de concejal tras ser acusado de un delito de acoso sexual. Al parecer, desde la dirección del Grupo Municipal de Más Madrid habrían exigido la dimisión de Soto.
En una carta emitida esta misma noche, Pablo Soto ha indicado que «los últimos días han supuesto para mí un choque psicológico, me veo envuelto en una situación que jamás hubiera imaginado y creo que tengo que dar explicaciones».
«Hace justo una semana me dijeron que una persona se había sentido acosada por mí hacía unos días. Sólo podía decir que era imposible, ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?. Durante unas horas no tuve más información y no paré de repasar lo que había hecho día a día, hora a hora, sin encontrar explicación. Cuando me dieron más información, ese mismo día, a retales, entendí que se había producido una situación de la que yo no había sido consciente», ha indicado.
«Lo que me contaron es que unas semanas atrás, un día en el que estaba tomando unas cervezas tras el trabajo, le pedí a una persona del entorno de los grupos de trabajo, pero que no sé quién es, que me ayudase a ir al cuarto de baño. Tengo una discapacidad importante, voy en silla de ruedas, y en algunas ocasiones no puedo ir al cuarto de baño sin ayuda. Si no puedo hacerlo solo normalmente se lo pido a alguien de máxima confianza, y si no sencillamente me aguanto, pero sí es posible que le pida ayuda a casi cualquier persona si estoy realmente en una emergencia, aunque no recuerdo haberlo hecho aquel día», continúa el ya exedil de Más Madrid.
«Según me contaron, algo le dije a esa persona mientras estábamos en el baño, todavía no sé exactamente qué, que tenía tono o significado sexual. Yo sé que puedo ser un bocachancla, y que a veces he hecho bromas sexuales, pero a mi familia y mis amigos cercanos. Sin embargo, no recuerdo aquel episodio», ha confesado.
«Hasta que me contaron esto no era consciente de que el efecto del alcohol tiene que ver con que no recuerde casi nada de aquella noche. Peso 45 kilos y unas pocas cervezas pueden sentarme realmente mal; pero los últimos años he medido mal la cantidad y la frecuencia de lo que he bebido. Creo que ha sido una falsa salida a situaciones de presión demasiado a menudo», ha expuesto.
«A continuación me dijeron que unos días después, la misma persona se había sentido acosada al verme en una reunión. Yo no sé quién es y no podría reconocerla, sin embargo me han dicho que a ella le resultó extraña mi presencia en aquella reunión porque no pertenezco a ese grupo de trabajo. Al decirme de qué reunión se trataba, supe que era una asamblea de unas 40 personas de uno de los varios grupos a los que tuve que acudir ese día para poder presentar un texto sobre ello al día siguiente», ha continuado la misiva.
Añade que «yo no fui consciente de ninguno de los dos episodios; no recuerdo ni haber ido al baño aquel día, ni tampoco sabía nada cuando estuve en aquella reunión. Pero eso no quita que hay una persona que se ha visto dañada por mi actitud. Lo siento muy profundamente y quiero disculparme por lo que le haya hecho sentir».
«Y más allá de que pueda o no reparar ese daño, creo que en esta situación en la que podemos coincidir en los mismos espacios, que no voy a ser capaz de prevenirlo ni siquiera de detectarlo cuando ocurra, y que puede generar más daño, lo que corresponde es que me baje yo», ha indicado
Soto ha finalizado con un «Gracias por estos años».
2 comentarios
Harian mejor aunando Partidos y consensos que tirándose los trastos de unos a otros, compitiendo en tú más.
Si bebes no conduzcas.