La Policía Municipal de Madrid ha desalojado la pasada noche dos locales en los que se estaban celebrando fiestas con menores en su interior. Ambos establecimientos habían sido arrendados con el objetivo de celebrar este tipo de fiestas “clandestinas” en las que por parte de los organizadores no se garantiza la protección de los menores ni la seguridad de los asistentes, incumpliendo la normativa municipal con respecto a este tipo de eventos y generando molestias al resto de vecinos.
En este caso uno de los locales “Los Maitines” en la calle San Lorenzo 2 superaba en su aforo el 50% de los asistentes permitidos, siendo 47 de ellos menores de edad que celebraban una graduación de fin de curso. El cierre del local se encontraba bajado, sin permitir la libre salida y entrada de personas. En su interior era evidente el consumo de alcohol y tabaco con total permisividad por parte de las personas encargadas.
En el segundo local donde se localizaron a siete menores de las 31 personas asistentes, se estaba celebrando una fiesta de cumpleaños, en un local alquilado como vivienda de temporada y en unas condiciones de seguridad e higiene bastante deficientes.
La contratación
La forma de contratación en la mayoría de los casos es similar: el contacto se realiza a través de algún conocido, mayor de edad, en redes sociales o a través de páginas de Internet donde se publicitan estos locales y el motivo suele ser la celebración de una fiesta privada o simplemente un lugar de reunión de varios amigos. Al promotor le es indiferente la edad de los asistentes, según manifiestan los jóvenes.
Una vez conseguida la contratación del local, con barra libre de bebidas alcohólicas incluida y con el único requisito de llenar el aforo, se expiden unos tickets a modo de entradas, que su precio varía dependiendo del aforo, entre los 16 y 22 euros por persona.
El promotor suele poner a disposición a uno o dos colaboradores encargados de expedir bebidas, recoger tickets y abrir o cerrar las puertas de acceso.
Medidas de seguridad
En este tipo de locales es habitual encontrase con todas las puertas completamente cerradas, sin posibilidad de acceso o salida libremente de los asistentes, con el objetivo de evitar la labor inspectora de policía municipal.
Las salidas de emergencia, si existen, suelen estar bloqueadas con cajas, sin señalizar y ocultas a la vista, lo que haría imposible una evacuación. Además, los elementos de extinción de incendios suelen ser inexistentes, precarios o estar en malas condiciones.
En algunos casos las instalaciones eléctricas están en pésimas condiciones, sin ningún tipo protección, sirviéndose únicamente de un alargador conectado a un enchufe y rodeado de vasos y botellas con líquidos que podrían derramarse fácilmente.
Policía Municipal de Madrid ha intensificado el control y vigilancia de estos locales, siendo necesario, además, alertar tanto a los jóvenes que buscan su esparcimiento en fines de semana, como a los padres que deben de hablar y concienciar a sus hijos, que la celebración de estos eventos en locales de este tipo implica un alto riesgo para sus asistentes, por las graves deficiencias en materia de seguridad que se encuentran. Antes de asistir es aconsejable comprobar el tipo de local, quien organiza y si cuenta con las autorizaciones necesarias.