por DAVID HERNÁNDEZ
Dentro de un par de meses se cumplirá un año de gobierno municipal de Ahora Madrid. Manuela Carmena llegó a la alcaldía de la capital con el necesario respaldo del grupo socialista, desde entonces, ha sido este partido el principal valedor de la alcaldesa y su equipo. Incluso un apoyo más leal, que el de algunos dirigentes de las formaciones y plataformas que forman dicha confluencia.
Si algo ha caracterizado este primer año de gobierno de Ahora Madrid, han sido tres factores básicos, la fuerte presión mediática y la oscura oposición de ciertos sectores conservadores. Las constantes polémicas en las que se ha visto envuelta su gestión y el apoyo indispensable del grupo socialista.
Sobre el primer aspecto, la reacción de determinados sectores conservadores de este país, ha recordado inevitablemente a la dura oposición que tuvo que soportar la primera legislatura de Zapatero. Demostrando una vez más, que abandonar el poder no suele sentarlos nada bien.
Referido al segundo aspecto, la dirección municipal de Ahora Madrid ha ido mostrando poco a poco las diferencias de origen, que el gran resultado electoral pudo tapar.
Manuela Carmena se ha rodeado de personas de diversa trayectoria política e incluso ideología, que inevitablemente directa o indirectamente fueron plasmando sus contradicciones y desuniones.
De hecho, la plataforma de Ahora Madrid se está convirtiendo en un ámbito más de lucha de poder, debido fundamentalmente a las intenciones de Pablo Iglesias y la cúpula nacional de Podemos, por hacerse con un control más efectivo de la marca, ya que la ciudad de Madrid sigue siendo uno de los centros neurálgicos de acción del partido morado.
En este sentido, las divisiones internas, la inexperiencia y la fatal de coordinación, han obligado a que la alcaldesa haya acudido recurrentemente a pedir la ayuda de los socialistas. Es sabido entre los pasillos del Ayuntamiento, del interés de Carmena por intentar incorporar a personas del PSOE de Madrid en el equipo de gobierno, consciente de que la situación actual dificulta enormemente poder desarrollar una labor más o menos normal el resto de los tres años.
De la misma forma, el apoyo del grupo socialista no se ha cimentado solamente en sacar adelante plenos municipales, verdaderamente complicados para el gobierno del Ayuntamiento. Sino que su labor se ha trasladado prácticamente casi al día a día. El último ejemplo, la elección personal de Manuela Carmena de la socialista Paca Sauquillo para dirigir la comisión de Memoria Histórica.
Esto refleja la tendencia que ha ido siguiendo la alcaldesa durante los últimos, buscando delegar cada vez más responsabilidades en figuras socialistas madrileñas, conocedora de que los problemas que están teniendo algunos miembros de Ahora Madrid. Además, Carmena rápidamente se dio cuenta, de que iba a necesitar mucho más a los socialistas, que sólo para votar conjuntamente determinadas propuestas.
En definitiva, sobrepasados algunos componentes del gobierno municipal por la acuciante labor de gestionar la ciudad de Madrid y sus distritos, la veterana jueza no ha dudado en apoyarse en el PSOE para intentar ir solventando las dificultades que se le van presentando.