por DAVID HERNÁNDEZ
La opacidad con la que actuaron los gobiernos de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, mientras gobernaron Esperanza Aguirre, Ignacio González y Ana Botella, poco a poco va difuminándose y saliendo a la luz, numerosas decisiones y medidas que dejan en entredicho aquellos años de mayorías absolutas populares.
El último percance judicial que está señalando directamente a la gestión realizada bajo el liderazgo de Aguirre, González y Botella, hace referencia a los fondos buitres y la venta de viviendas oficiales, que se realizaron hace unos años y ya contó por entonces con la oposición de los vecinos y del Partido Socialista de Madrid.
En este sentido, tanto el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad, llevaron a cabo una serie de operaciones con determinados fondos internacionales, por los que se ponía a la venta pisos oficiales. La excusa para llevar a cabo estas acciones, fue que suponían un importante ingreso para las arcas públicas. Aunque contaron con una fuerte contestación popular y política, las mayorías absolutas con las que contaban los populares en la región y la capital, impidieron echar atrás estos planes.
Ahora el ocaso que está padeciendo el PP en Madrid, afecta a sus figuras más reseñables de entonces, como Aguirre o Botella, además de sucederse investigaciones e imputaciones sobre cargos políticos y medidas realizadas en esas legislaturas. En este caso, las operaciones realizadas por el gobierno de la Comunidad y el Ayuntamiento, están siendo investigados por la justicia madrileña y por la Cámara de Cuentas.
Tanto este organismo como las investigaciones judiciales, parecen rebatir los dos principales argumentos que utilizaron los populares, cuando se resolvieron estas ventas.
Por un lado, los informes de la Cámara de Cuentas señalan que en ambas operaciones, parecen existir indicios de graves irregularidades, cuando tanto desde la Comunidad como desde el gobierno municipal, se empeñaron en decir que eran cuestiones que cumplían con la legalidad. Por otro lado, también los indicios de las fiscalizaciones están señalando que los precios de venta, eran mucho menor a lo que debían haber sido, cuando dirigentes populares se defendían alegando que eran ventas muy positivas para los ingresos públicos.
En definitiva, la nubosa herencia de Aguirre, González y Botella comienza a esclarecerse y mostrar toda su crudeza.