La Fundación Juegaterapia, que desde 2010 trabaja para mejorar la vida de niños y niñas en tratamiento oncológico y su entorno, sitúa por primera vez en Madrid siete de sus icónicos Baby Pelones. En el marco de su 10º aniversario, los Baby Pelones de la Fundación Juegaterapia invaden las calles para llenarlas de solidaridad, color y esperanza. Una exposición urbana que estará hasta el 30 de abril.
Desde su creación, los Baby Pelones se han convertido en el símbolo de la lucha contra el cáncer infantil. Este año, coincidiendo con su décimo aniversario, la Fundación Juegaterapia exhibe una representación de estos entrañables muñecos, como emblema de los grandes proyectos que han impulsado con los beneficios obtenidos a través de sus ventas. El lema de la Fundación, «La Quimio Jugando Se Pasa Volando», cobra vida a través de esta iniciativa, que busca sensibilizar y movilizar a la sociedad en torno a la causa.
Los Baby Pelones, nacidos como un homenaje a los niños y niñas en tratamiento oncológico, son el rostro visible de un proyecto que tiene como misión transformar la experiencia hospitalaria infantil. “Este año, siete de sus icónicas figuras se exhiben en pleno corazón del Barrio de Salamanca, un escenario lleno de simbolismo, para recordar que, aunque hayan perdido su pelo, siguen siendo preciosos”, destaca Mónica Esteban, presidenta de la Fundación Juegaterapia
Desde su lanzamiento, los Baby Pelones han alcanzado una cifra récord de más de 2 millones de unidades vendidas, convirtiéndose en el muñeco solidario más popular del mercado. Cada uno de los 38 modelos diseñados no solo son un artículo de coleccionista, sino también un instrumento de sensibilización del cáncer infantil y una herramienta clave para financiar proyectos de humanización en hospitales pediátricos de todo el mundo.
Este proyecto no hubiera sido posible sin la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, principalmente, y de empresas y particulares que han apoyado la causa. Entre ellos, destacan grandes marcas como Disney, NH Hoteles, Grupo Día, Dúo Harinero, EA Sports, y Construcciones Pomar, quienes, con su contribución económica, han hecho realidad la producción de estos Baby Pelones. Entre los modelos disponibles en el Barrio de Salamanca, se encuentran los modelos inspirados en El Rey León, Alejandro Sanz, Manuel Carrasco, Paula Echeverría, Georgina Rodríguez, Elena Huelva, y el icónico Baby Pelón Gamer de la Fundación Juegaterapia, todos ellos fabricados en la empresa madrileña Arte con Fibra.
Con esta acción, la Fundación Juegaterapia continúa sumando esfuerzos para hacer más visible la lucha contra el cáncer infantil y seguir brindando apoyo a los niños y sus familias, demostrando que la solidaridad puede cambiar vidas.
Los Baby Pelones
Los Baby Pelones son una idea original de la Fundación Juegaterapia que puso en marcha esta iniciativa en 2014 para sensibilizar a la población sobre el cáncer infantil a través de unos muñecos que muestran uno de los signos más visibles de esta enfermedad como es la pérdida del pelo. Nacieron como homenaje a estos niños, para decirles que, aun sin pelo, siguen siendo preciosos.
Durante estos diez años han hecho posible, junto a otras colaboraciones de socios, entidades y empresas que la Fundación Juegaterapia, organización que trabaja desde 2010 para cuidar de los niños en tratamiento oncológico, inaugure 50 proyectos de humanización en 23 hospitales y sigan acompañando a los niños en tratamiento oncológico.
Los Baby Pelones nacieron como un muñeco solidario que representaba uno de los momentos más difíciles de los tratamientos oncológicos: la caída del cabello. Con el paso de los años, se han convertido en el muñeco solidario más vendido, alcanzando más de 2.000.000 de unidades en esta década. Fabricado por la empresa juguetera Arias en Alicante, ha contado con el apoyo de otros embajadores como Alejandro Sanz, Shakira, Manuel Carrasco, Laura Pausini o Sara Carbonero, quienes ceden su imagen altruistamente para impulsar la causa.
La importancia de la Humanización Hospitalaria
Desde la Fundación Juegaterapia trabajan para conseguir que los espacios hospitalarios pediátricos atiendan al bienestar emocional de los pequeños en tratamiento y sus familiares. Junto al gran trabajo del personal sanitario, conseguirán que el hospital sea un hogar para los pequeños durante el tiempo que estén ingresados. Proyectos de la Fundación como los cines, los jardines, las estaciones lunares y las unidades del color, entre otros, logran convertir los hospitales en lugares más amables.