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‘Para un novio indeciso ante la cuestión de tener hijos’, por Teodoro del Valle

by Gacetín Madrid

por Teodoro del Valle

1- La Falacia Psicológica

Cuando la gente decide no tener hijos hasta que esté psicológicamente preparada, simplemente no se sienten lo suficientemente maduros para tener hijos. Pero esto pasa por alto el hecho de que tener hijos es una de las principales causas de maduración.

En la naturaleza, los animales no quieren “tener bebés”, ellos quieren tener sexo. Los bebés son solo un efecto secundario del sexo. Pero la razón por la cual los bebés no son simplemente abandonados después de nacer es que, una vez que los tenemos, la naturaleza nos hace quererlos.  “Atraparnos” es la estrategia de la naturaleza.

Es un secreto bien guardado, pero muchas mujeres disfrutan estando embarazadas; por eso muchas sufren de depresión post-parto. Pero incluso cuando las madres tienen embarazos difíciles, una vez que nació el bebé, la madre es inundada de hormonas que la hacen quererlo y preocuparse por su bebé. Las mujeres que abortan a sus hijos porque no los “quieren”, no entienden este hecho básico. La solución a los hijos no deseados no es el aborto. La solución es simplemente quererlos. Y la naturaleza se encargará de que los quieras.

Hay suficientes evidencias anecdóticas de que hombres y mujeres extremadamente inmaduros virtualmente crecieron de la noche a la mañana al ver que tienen una vida dependiendo de ellos. Esto es lo que quiere decir el dicho, “el hijo es el padre del hombre»: muchos muchachos no crecen hasta que tienen hijos. Y lo mismo es verdad para las mujeres. Ésta es la respuesta a la queja femenina de que no pueden encontrar hombres lo suficientemente femeninos para casarse. Primero cásate con ellos. Luego tira por el inodoro las pastillas anticonceptivas de ser necesario. Ellos “se harán hombres” lo suficientemente rápido cuando tengan que hacerlo.

Aquellos que retrasan a sus hijos hasta que los “quieran” tener, a menudo encuentran que nunca quieren. Aquellos que retrasan el matrimonio y la vida de familia hasta que se “sientan listos” a menudo encuentran que nunca se sienten listos. Planear una familia nos dice que no hagamos las cosas hasta que nos encontremos listos. La naturaleza, sin embargo, no nos prepara para ello hasta que efectivamente ocurre. Por lo tanto, planear una familia en realidad destruye a la familia.

Planear una familia es particularmente destructivo cuando es combinado con anticonceptivos. El plan de la naturaleza es que queramos tener sexo hasta que la concepción ocurra. Entonces la naturaleza nos hace querer a los niños que producimos, y la naturaleza nos hace madurar lo suficiente para cuidarlos. Los anticonceptivos nos permiten tener sexo sin concepción, por lo tanto mucha gente nunca llega al punto en el cual quieren tener hijos y son lo suficientemente maduros para cuidarlos.

La familia es aplastada desde lo alto por una conciencia mal enfocada y desde lo bajo por un hedonismo desenfrenado.

Por otro lado, quiero sugerir una hipótesis sobre la creciente prevalencia de desórdenes de personalidad en los nacidos en la generación X y los millennials. ¿Cómo hicieron nuestros ancestros, quienes eran más inteligentes que nosotros (debido a siglos de disgenesia), en arreglárselas  con virtudes y vicio, así como también humores y temperamentos, sin requerir una larga letanía de desórdenes de personalidad? Quiero sugerir que en gran parte, los desórdenes de personalidad son simplemente un asunto de maduración retrasada, y que una causa mayor de la maduración retrasada son los anticonceptivos, debido a que antes de los anticonceptivos, volverse padres era un importante logro para crecer. Efectivamente, en las sociedades liberales, pacíficas, afluentes, hedonistas, hay muchos otros.

2- La Falacia Financiera

También hay una falacia en la idea de que está mal tener hijos antes de que uno esté financieramente listo para ellos.  Si estuvieras desempleado e incapacitado de conseguir trabajo, puede que no seas el mejor ejemplo para procrear, pero el Estado se hará cargo de tus hijos. Tú, sin embargo, estás empleado, con proyecciones de significante incremento en tus ingresos. Sin embargo piensas que no es suficiente para tener una familia. ¿Pero es eso realmente verdad?

Primero, ¿cuál es tu estándar de “suficiente”? Seguramente mucho más de lo que tus padres y sus padres tuvieron mientras crecían, unos lujos inimaginables según los estándares de la mayoría de tus antepasados. No tienes que darles a tus hijos un estándar de vida de clase media alta para darles una vida decente. Además, cuando crezcan, ellos preferirían tener hermanos y hermanas antes que más juguetes y vacaciones.

Segundo, si puedes trabajar y ganar más, pero aún no lo estás haciendo, quizás no tengas la motivación correcta. El egoísmo es el sentido común de nuestros tiempos, pero en verdad la gente trabaja más duro cuando otros dependen de ellos. Trabajarás de forma más dura e inteligente, y realizarás de mejor forma tu potencial de ingreso, cuando tienes hijos a los cuales mantener.

Tercero, cuando contemples tu vida en el presente y te preguntes cómo podrías permitirte el tiempo y el dinero para tener hijos, estás asumiendo que tus prioridades se mantendrán igual, y que de alguna forma entrarán entre tu mujer y tus hijos. Pero cuando tienes una familia, muchas de las cosas que son importantes ya no importarán. Los anti-natalidad te dicen que la vida en familia te forzará a abandonar tus queridos hobbies y sueños en orden de esclavizarte de forma altruista a mocosos. En verdad, muchas de las cosas que haces ahora parecerán simplemente tontas una vez que te mires a ti mismo en la cara de tus hijos, mocosos o no. Jugar videojuegos y perder el tiempo en tonterías por internet no son tu vida. Ellos son lo que estás haciendo para evitar tener una vida. Cuando tienes una vida, no lo extrañarás de ninguna forma.

Desde que el hombre se volvió auto-consciente, él inventó razones para no tener hijos: religiones ascéticas, filosofías anti-natalistas, proyecciones académicas burguesas, etc. Y hay miedos naturales que acompañan cada caso hacia adelante en el camino de la vida. Pero el impulso sexual es siempre más fuerte que la razón o el miedo, y así la vida siguió adelante. Los anticonceptivos, sin embargo, lo han cambiado todo. Ahora el impulso sexual no es suficiente para asegurar la reproducción. Ahora uno necesita razones. O al menos, las personas inteligentes, responsables y previstas necesitan razones. Los anticonceptivos no se ponen interponen en el camino de los estúpidos, irresponsables e impulsivos, con consecuencias disgénicas obvias.

La gente Blanca racialmente consciente tienen todas las razones necesarias para reproducirse: la naturaleza te tendrá listo, una vez que te sumerjas. El hecho de que existas hoy significa que incontables generaciones de ancestros, todos los cuales sufrieron dificultades inimaginables, de alguna forma, superaron sus miedos y pasaron la antorcha de la vida a la siguiente generación. Esa antorcha está en tus manos ahora. Tienes que decidir si quieres pasar su regalo, o dejar que toda su lucha y sacrificio sea en vano al extinguirla en el abismo negro de tu mimado consentido ego. Deja de escuchar a tus miedos y escucha a la naturaleza en su lugar. Es la voz de tus ancestros, batiéndose dentro de ti. Tira tus condones y tus calcinaciones burguesas, confía en la naturaleza, y continúa con la vida.

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