Aterrizaje de emergencia en Madrid de un avión con el morro destrozado

Gacetín Madrid

Un avión Airbus A350 de la compañía aérea Iberia, que cubría el trayecto entre Bogotá, la capital de Colombia, y Madrid, ha tenido que efectuar un aterrizaje de emergencia en el Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Los hechos ocurrieron sobre las 7 de la tarde de ayer miércoles, 27 de octubre, cuando el aparato bautizado como ‘Juan Sebastián Elcano’ se preparaba para tomar tierra en la pista 32L. Un gran buitre negro colisionó violentamente contra el morro del avión, destrozando parte de él. Se trata de una zona importante de la aeronave, ya que se encuentran ahí elementos fundamentales de la aviónica como el radar.

A pesar de ello, el piloto consiguió aterrizar de emergencia y «con éxito» el aparato sin ocasionarse daños personales. «Se ha revisado pista y se transmite información al resto de tráfico en secuencia», ha informado Controladores Aéreos en sus redes sociales. Tras el aviso, en tierra se activaron los protocolos de alarma correspondientes a este tipo de casos.

El buitre negro es un ave carroñera en peligro de extinción, concentrada en el Valle Alto del Lozoya, en la Sierra de Guadarrama. Aunque en 1997 únicamente había seis parejas de ejemplares en la Comunidad de Madrid, en la actualidad ya son 153. En el año 2020 se contabilizaron un total de 89 eclosiones de huevos, siendo el mejor año reproductivo de este animal en la región.

Se trata de la rapaz más grande de Europa y una de las aves más voluminosas de cuantas existen en el planeta. El adulto es de color pardo muy oscuro y luce una gola de plumas en torno al cuello; además, presenta la cabeza cubierta de un corto plumón marrón- grisáceo y la base del enorme y robusto pico (llamada cera) de color azulado.

El joven del año resulta mucho más oscuro y homogéneo que el adulto, ya que luce una librea muy oscura —parece negra a cierta distancia— y tiene la cabeza casi totalmente cubierta por un plumón negruzco; la base del pico, en su caso, es de tonalidad rosada.

En vuelo es inmenso, con unas alas largas, anchas y de bordes rectos que, a diferencia del buitre leonado, mantiene planas o ligeramente apuntadas hacia abajo cuando remonta o se desplaza. La cola es corta — aunque algo mayor que la del buitre leonado— y en forma de cuña.

Foto: Controladores Aéreos.

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