Declarados BIC el ‘Retrato de niña o joven Inmaculada’ de Velázquez y el ‘Retrato de Francisco de Pisa’ de El Greco

Gacetín Madrid

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha acordado declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la pintura ‘Retrato de niña o joven Inmaculada’, obra inédita de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) que los expertos sitúan cronológicamente en la época de juventud del pintor sevillano, y la pintura ‘Retrato de Francisco de Pisa’, una obra que los especialistas atribuyen a Domenikos Theotokopoulos, El Greco.

La pintura ‘Retrato de niña o joven Inmaculada’ muestra a una niña de grandes ojos negros, ligeramente en posición de tres cuartos y de medio cuerpo prolongado, ante un fondo oscuro, que mantiene la mirada dirigida al espectador, juntando sus dedos en actitud de oración.

La atribución a Velázquez de esta obra, un lienzo de 57,5 x 44 centímetros, viene dada por similitudes formales y una técnica semejante a obras del periodo sevillano de Velázquez, es decir, anterior a 1622.

La niña de la obra –que pertenece a una colección privada- porta un manto verde envuelto en torno a su cintura, viste una saya de tonos ocres de la que asoma el cuello blanco grisáceo de una camisa y luce unos pequeños pendientes. Según los expertos, la modelo podría haber sido alguien del entorno familiar del pintor sevillano.

En la radiografía de la obra es visible, rodeando la cabeza de la niña, una serie de estrellas blancas, como si se tratara de una Inmaculada niña, que en un determinado momento se repintó de tono oscuro. El tema de la Inmaculada fue tratado en diversas ocasiones por parte de Velázquez.

Los especialistas destacan la indudable calidad técnica y artística del retrato, que mantiene estrechas similitudes con obras iniciales de Velázquez uno de los periodos menos representados en museos y colecciones públicas españolas.

‘Retrato de Francisco de Pisa’

Esta pintura reúne valores de interés histórico, iconográfico y artístico suficientes para ser declarados BIC y destaca por su gran calidad artística y técnica. Los expertos coinciden en subrayar que este cuadro destaca también por su rareza, dado que existen muy pocos retratos en pequeño formato o miniaturas que puedan atribuirse a El Greco, uno de los más importantes pintores de la historia.

La obra objeto de la declaración es una miniatura que representa una figura masculina de avanzada edad, de medio cuerpo, situado en posición frontal y ligeramente girado a la derecha. El personaje retratado muestra bigote y barba blanca puntiaguda, pelo canoso y corto, y viste un abrigo en color negro, a la altura del cuello una cenefa blanca. La pintura se encuentra en buen estado de conservación –pertenece a una colección privada-, y se enmarca en el contexto del género del retrato en miniatura del Siglo de Oro español.

El retratado, un ilustre intelectual de su época y su amigo

El retratado es Francisco de Pisa (1534-1588), uno de los ilustres intelectuales de la época del pintor y gran amigo suyo, capellán mayor de la Capilla Mozárabe de la Catedral de Toledo, doctor en Derecho canónico y catedrático de Sagrada Escritura en el Colegio de Santa Catalina, deán de las Facultades de Teología y Artes Liberales de la Universidad, historiador y cronista de Toledo.

Domenikos Theotokopoulos, El Greco (1541-1617) es uno de los mayores pintores de la Historia del Arte. Artista refinado y minoritario, destacó en vida por su singularidad en el panorama europeo de su época, su personalidad difícil y su peculiar manera de entender el arte.

Formado dentro de los parámetros tradicionales de la pintura postbizantina, en 1567 abandona su país para conocer en Italia el arte de Tiziano, Tintoretto, Rafael y Miguel Angel. Una década después, en 1577, se traslada a España, animado quizás por el deseo de trabajar para la Corte española en la decoración de El Escorial. Acabó estableciéndose en Toledo, donde viviría hasta su fallecimiento.

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