El Botánico de Madrid expone al público su gran variedad de calabazas

Gacetín Madrid

Una selección de especies y sus diversos cultivares de las calabazas que se cultivan en el huerto del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) de Madrid  (géneros Cucurbita L. y Lagenaria Ser.) reciben desde hoy al visitante nada más acceder a su visita al Jardín. Este año vuelve a su sede original, la entrada principal del RJB-CSIC para después animar a los visitantes a verlas ‘in situ’, en el mismo huerto.

El objetivo de esta propuesta educativo-divulgativa, que se organiza desde la Unidad de Jardinería y Arbolado del RJB-CSIC por sexto año, es dar a conocer aproximadamente 30 cultivares distintos de la infinidad que tienen estos géneros más allá de su relación con la fiesta de Halloween que celebramos estos días.

En total, según señala el jardinero Eustaquio Bote, responsable del huerto y organizador de la exposición, hay expuestas varios centenares de calabazas de todas las formas, tamaños y colores que juntas superan los mil kilos de este voluminoso fruto.

Generalmente esférico, de corteza gruesa y carne pulposa con multitud de semillas, tiene un 90% de agua, muy pocas grasas y azúcares. Entre las especies y sus diversos cultivares encontramos prácticamente todos los colores: rojo, verde, amarillo, negro, gris, blanco o naranja, sucediendo de igual manera con las formas: de botella, alargada, redonda, lisa o rugosa.

Los visitantes podrán disfrutar de cultivares tan curiosos y singulares como ‘bip max’, ‘maza de Hércules’, ‘Peter Pan’ o ‘cabello de ángel’,  la clásica ‘calabaza de Halloween’ o la tradicional y querida ‘calabaza del peregrino’, toda una institución dentro de la variedad de ejemplares por la historia que encierra y a la que los más pequeños  cariñosamente llaman «cantimplora» o «pera gigante».

Originarias de América (Cucurbita) y de África (Lagenaria), aunque su cultivo está muy extendido por otras zonas del mundo, la calabaza es una herbácea rastrera y trepadora, de la familia de las cucurbitáceas. Más allá de la exposición, en varias  zonas del huerto se invita a ver más calabazas que se han desarrollado colgadas de los arcos y guías durante un paseo otoñal por el Real Jardín Botánico.

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