El 30% de los madrileños supo hacer maniobras de reanimación ante paros cardíacos antes de la llegada de la ambulancia

Gacetín Madrid

Una parada cardiaca o muerte súbita es una pérdida de conocimiento debido al fallo de la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficaz al cerebro y resto del organismo. Ante esta situación, y tal y como se recuerda cada 16 de octubre en el Día Europeo sobre la concienciación ante el paro cardiaco, es de vital importancia no solo el reconocimiento de la parada sino también la intervención de los testigos ya que así las posibilidades de supervivencia aumentan.

De hecho, en Madrid ante un paro cardiaco un 30% de los ciudadanos supo realizar maniobras de reanimación previas a la llegada de los servicios de emergencias “Los ciudadanos son un eslabón fundamental para aumentar las probabilidades de supervivencia ya que estas se reducen cada minuto que pasa sin ser atendido”, señala la doctora Dannia Shannen Paul, médico de urgencias del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria.

Que la población conozca cómo hacer un masaje cardiaco y el funcionamiento de un desfibrilador es fundamental y es uno de los objetivos de cardiólogos y sociedades científicas. “Sería deseable que los ciudadanos estuvieran no solo concienciados de la gravedad de una parada cardiaca, sino que tuvieran una formación adecuada para poder hacerle frente con cuidados básicos de reanimación cardiopulmonar (RCP). Para ello, la enseñanza en los colegios y centros formativos es esencial”, apunta el Dr. David Vivas, jefe del área de cardiología clínica del Hospital Vithas Madrid La Milagrosa.

Ante las dudas o miedos que pueden surgir ante una situación así, la doctora Dannia Shannen apunta que sólo el masaje cardiaco, a un ritmo de 100 compresiones por minuto, aumenta considerablemente la supervivencia, manteniendo al paciente hasta que acuda la ayuda de emergencias. En este sentido, dado que puede ser complicado saber aplicar el ritmo de las compresiones, la doctora recomienda una mnemotécnica como tener en mente la canción de los Bee Gees “Stayin’ Alive” y realizar las compresiones al ritmo de la canción para que nos resulte más sencillo ejecutar la RCP. “Hacer algo es mejor que no hacer nada ya que cada minuto que retrasemos el inicio de la reanimación la supervivencia baja un 8-10%[2]”, concluye

Día Europeo de la parada cardiaca. Concienciar y actuar rápido evita secuelas.

En cuanto a las secuelas o daños que pueden sucederse tras una parada cardiaca, el doctor David Vivas apunta que con una actuación rápida se pueden evitar. “La consecuencia más inmediata es una falta de oxigenación del cerebro que en muy pocos minutos se hace irreversible. Por ello iniciar maniobras de RCP de manera temprana pueden evitar daños cerebrales a largo plazo”.

Respecto al daño cardiaco, apunta que una parada puede implicar, tras su recuperación, una insuficiencia de su funcionamiento en el bombeo de la sangre o trastornos del ritmo cardiaco. La muerte súbita es una de las primeras causas de fallecimiento en el mundo. En España se estima que se producen aproximadamente 30.000 paradas cardiacas y muertes por causa cardiovascular de forma repentina.

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