El joven de 20 años de edad que denunció el pasado domingo haber sufrido un brutal ataque homófobo por parte de ocho encapuchados en su portal de Malasaña, en el centro de Madrid, ha confesado a la Policía Nacional que las lesiones recibidas fueron consentidas mientras mantenía relaciones sexuales masoquistas con otros dos chicos, y que ni hubo encapuchados ni recibió ningún ataque, siendo la denuncia falsa.