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Más Madrid pide un refuerzo de las inspecciones de terrazas en verano «para equilibrar el ocio con el descanso vecinal»

Gacetín Madrid

«La implantación de terrazas en la ciudad es beneficiosa para la economía, el empleo y la vida de los barrios, pero también es fundamental la aplicación de medidas extraordinarias de control y de corrección para que la actividad no perjudique el descanso de miles de familias en las zonas más saturadas de la ciudad». Esto es precisamente lo que ha requerido hoy la concejala del grupo municipal de Más Madrid, Cuca Sánchez, en la Comisión de Vicealcaldía.

En el contexto de crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia, el Ayuntamiento de Madrid, al igual que otras ciudades, adoptó varias medidas dirigidas a ampliar las terrazas de los establecimientos hosteleros a fin de garantizar la seguridad sanitaria de los clientes y de compensar el perjuicio económico del cierre de estos negocios.

Entre las medidas flexibilizadoras de la Ordenanza de Terrazas figuraban la ampliación de los espacios de terrazas en bandas de estacionamiento, espacios interbloque y zonas terrizas sujetas a facilidades burocráticas en su tramitación, o la implantación de un decreto de instalación automática de terrazas por parte de las Juntas de distrito. Y en el marco de los Pactos de Cibeles todos los grupos municipales acordaron reducir la tasa de terrazas durante el 2020 para compensar su reducción de la actividad.

El incremento de terrazas autorizadas ha supuesto una reactivación del espacio público en algunas zonas de la ciudad, pero ha provocado numerosos problemas en las zonas más saturadas. Gran parte de las más de 5.700 mesas de terraza que se han instalado durante estos meses se ha concentrado en determinadas zonas de la ciudad (Chamberí, Centro, Retiro y Salamanca). Dos de cada tres terrazas se asientan sobre las aceras de las calles, cerca de una carretera, lo que está provocando protestas vecinales por los problemas derivados de dicha concentración.

Más Madrid aboga por «la puesta en marcha inmediata» de medidas de refuerzo de las inspecciones en los entornos de Ponzano, Ibiza, la zona de La Latina, barrio de Las Letras, Sol…, durante el periodo estival. Medidas extraordinarias «para abordar una situación extraordinaria hasta que se modifique la Ordenanza de Terrazas, que no se aprobará, en el mejor de los casos, hasta finales de 2021».

Las protestas coinciden en que muchas terrazas exceden el espacio autorizado; dificultan el paso de peatones en las aceras y el acceso al mobiliario urbano, como bancos y papeleras; consolidan estructuras ancladas en bulevares que deberían tener una prioridad peatonal; maltratan el arbolado; generan ruido, problemas de inseguridad…

Y, además, ha recordado Cuca Sánchez, un informe emitido el 31 de mayo de la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental del Ayuntamiento de Madrid recuerda que el principal impacto medioambiental de las terrazas es el acústico, en especial en horario nocturno, cuando coincide con el periodo de descanso de los vecinos y subraya que las medidas de las terrazas COVID-19 se aprobaron en un momento en que operaba la limitación horaria establecida por el toque de queda.

«Equilibrio y no dar pasos atrás en el uso del espacio público «

Para Más Madrid, la Ordenanza de Terrazas «debe garantizar el equilibrio entre los intereses de los establecimientos hosteleros, el derecho al descanso, a un entorno accesible del vecindario y una ordenación del espacio público que garantice la convivencia vecinal y un desarrollo sostenible de la ciudad».

En cuanto al fin de las terrazas en banda de aparcamiento, «no tiene sentido dar más pasos atrás en el uso del espacio público por el coche en la ciudad. Actualmente el 80% del espacio libre de la ciudad está reservado al vehículo privado (circulación o aparcamiento) cuando los viajes en coche solo representan el 30% de los que se hacen en la ciudad. Un coche puede estar aparcado en torno al 95% de su tiempo de vida».

«Es obvio también que hay calles con especial saturación de locales de ocio en las que es insostenible mantener la actividad (Ponzano). Es necesario garantizar el descanso de los vecinos y evitar la concentración excesiva de usos y las Zonas de Protección Acústica Especial son un buen instrumento en esa línea, los horarios también requieren una revisión adaptada a cada zona. Tampoco es lo mismo una calle amplia que una estrecha, ni las 23.00 horas o la 1.30», ha incidido.

«La ganancia de espacio público no debe dedicarse en exclusiva, ni principalmente, a terrazas. Se debe aprovechar para garantizar la accesibilidad universal en todas las calles, mejorar los accesos y recorridos a los colegios, introducir arbolado y bancos y también terrazas donde las condiciones lo permitan», ha concluido la edil  de Más Madrid en su intervención.

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