La Comunidad de Madrid acaba de finalizar los trabajos de restauración y recuperación de la carpintería de la Iglesia de Santa María la Blanca, en el madrileño barrio de Canillejas. Así lo ha manifestado hoy la consejera de Cultura y Turismo del Gobierno regional, Marta Rivera de la Cruz, quien ha visitado el templo.
Rivera de la Cruz ha podido conocer de primera mano el resultado de la restauración que la Dirección General de Patrimonio ha llevado a cabo en la techumbre de esta Iglesia, unos trabajos que convierten a este artesonado “en el ejemplo de carpintería de lazo más relevante de la ciudad de Madrid”, ha indicado la consejera.
Rivera de la Cruz ha explicado que la Comunidad de Madrid ha invertido más de 375.000 euros en la puesta en valor y recuperación de “esta joya mudéjar del siglo XVI”. Asimismo, ha señalado que “este impresionante artesonado destaca a nivel artístico y técnico por su interesante decoración, muy singular en nuestra región”.
Y es que el pasado mes de noviembre el Gobierno regional declaraba Bien de Interés Cultural (BIC) esta Iglesia de Santa María la Blanca, teniendo en cuenta su relevancia histórica y cultural, además de su gran valor arquitectónico y artístico. Tal y como ha explicado Rivera de la Cruz, con la finalización de estos trabajos se “devuelve el esplendor” a este templo “para que todos los madrileños y visitantes puedan disfrutar de esta gran joya de nuestra arquitectura”.
Un repaso a la historia del templo
La Iglesia de Santa María la Blanca de Canillejas se construyó en el Camino de Madrid a Alcalá de Henares, por lo que fue un lugar de paso entre estas ciudades en un momento histórico y cultural de gran importancia. Asimismo, fue un lugar de descanso para viajeros y, según los estudiosos, Santa Teresa de Jesús pasó por este lugar en varios momentos en sus viajes hacia Alcalá y Pastrana.
En su origen, esta Iglesia debió ceñirse a lo que es actualmente el presbiterio (finales del siglo XV) para, posteriormente, ampliarse en lo que es la nave (finales del XVI). Tras su bóveda encamonada se encuentra también una armadura de madera con tirantes. Actualmente, se encuentra enclavada en un entorno urbano que tuvo su mayor desarrollo en los años 60, formando parte del municipio original de Canillejas.