El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Cultura, Turismo y Deporte que dirige Andrea Levy, prepara un proyecto museológico para el Templo de Debod que se desarrollará a lo largo de 2020 y que buscará potenciar la conservación interior del valioso edificio, un símbolo patrimonial de la ciudad.

Este proyecto mantendrá el aforo limitado y las condiciones de visita que han permitido disminuir la presión de los turistas sobre el templo y la mejora de los valores ambientales en su interior. Además, se está estudiando la construcción de un centro de acogida e interpretación que extraiga del templo los servicios museísticos que actualmente se prestan en su interior con el fin de preservarlo mejor.

La conservación del templo en el emplazamiento actual es compleja, por lo que los estudios que se están realizando servirán para definir su estado real de preservación y darán luz a un diagnóstico con datos científicos que permitirá acometer las acciones más adecuadas para su mejor conservación, respetando de manera rigurosa todos los valores del monumento.

Garantizar su conservación

Los trabajos de conservación del templo han sido continuos a lo largo de los años. Por una parte, frente a las condiciones climáticas y la presión de las visitas se han adoptado medidas preventivas: sustitución de cubiertas, impermeabilización de estanques, instalación de una mampara protectora, sustitución del sistema de climatización, mantenimiento continuo de la estructura y las instalaciones, instalación de barreras y protecciones de los objetos expuestos, incremento de las medidas de seguridad y limitación del aforo de visitantes.

Por otro lado, cuando ha sido necesario, se han realizado trabajos de restauración de daños, especialmente en los portales exteriores y en la fachada oeste. Conscientes de que a pesar de los trabajos acometidos la conservación del templo de Debod exigía acciones de mayor envergadura, el Ayuntamiento de Madrid organizó en 2018 una jornada técnica en la que participaron destacados especialistas en la conservación y restauración del patrimonio cultural, tanto españoles como extranjeros, así como varios egiptólogos.

Durante la jornada se discutieron las posibles medidas a adoptar, entre las que se barajaron su cubrición mediante distintos sistemas o el mantenimiento en su actual situación, incrementando las medidas preventivas y de restauración.

La jornada se cerró con la recomendación de completar el análisis exhaustivo del templo con el fin de establecer un diagnóstico científico de su estado sobre el que basar la toma de decisiones y la redacción del posterior proyecto de conservación.

Siguiendo esa recomendación, a los análisis petrológicos, de morteros, de subsuelo, de variables ambientales y funcionamiento climático del templo y altimetría de relieves, se han añadido en este último año nuevos estudios petrofísicos (porosimetría de la arenisca y ensayos de deformación de superficies) y de caracterización de materiales (cartografía de sales y humedades, termografía y resistencia de sillares), de cuyo análisis se derivarán actuaciones concretas y nuevas recomendaciones.

Al mismo tiempo que se están realizando dichos estudios, ya se han acometido y se van a seguir realizando actuaciones para minimizar y, si es posible, detener el deterioro. La reciente sustitución del sistema de climatización interna del templo se va reforzar con una técnica remota de control y una nueva cortina de aire. Asimismo, se va a reformar el sistema eléctrico y la iluminación interior del templo, además de mejorar el sistema de cubierta del edificio e instalar un sistema de drenaje perimetral en la base de los muros del templo.

Uno de los pocos edificios faraónicos completos fuera de Egipto

Con el Templo de Debod, Madrid ostenta el honor de poseer uno de los pocos edificios faraónicos completos que pueden verse fuera de Egipto y para el Ayuntamiento de la ciudad es una obligación y una gran responsabilidad asegurar su mejor conservación.

El templo fue donado por la República de Egipto a España en 1968, en agradecimiento por la ayuda al salvamento de los templos de Abu Simbel, en el marco de la Campaña de Salvamento de los Monumentos de Nubia. El Ayuntamiento de Madrid mostró su interés para que fuera instalado en la ciudad, haciéndose cargo de los costes de desmantelamiento, almacenaje en Elefantina y el posterior traslado a España, así como de su restauración y reconstrucción.

Sus más de 1.350 sillares originales ocupan 270 m2 de planta y el conjunto alcanza una longitud de 70 metros. Se trata del edificio de mayores dimensiones que ha salido de Egipto, muy superiores a las de los otros tres templos donados. Esas dimensiones obligaron a su emplazamiento al aire libre, aunque con el compromiso de que sería cubierto en el futuro de acuerdo con las condiciones para la cesión de los templos establecidas por la UNESCO.

Con el fin de proteger sus piedras y, especialmente, sus preciados relieves del agua de lluvia, el edificio quedó aislado del suelo, se reconstruyeron las fachadas perdidas en el siglo XIX y se cubrió su terraza. Su entorno, que abarca seis hectáreas, fue ajardinado con varias especies de palmeras y se construyeron dos estanques que rememoran su antiguo emplazamiento a orillas del Nilo.

Inaugurado oficialmente el 25 de julio de 1972, el templo pasó a formar parte de los museos del Ayuntamiento de Madrid en la década de los ochenta del siglo pasado. En 2007 fue declarado, a instancias del Consistorio, Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Su gran accesibilidad y visibilidad, derivada de su instalación al aire libre, junto a su pertenencia a una cultura tan atractiva y popular como la faraónica, han convertido al Templo de Debod en uno de los museos más visitados de la ciudad de Madrid.