El 10N o la batalla de los optimistas

Gacetín Madrid

por Daniel García-Quismondo.

En la época de los influencers, del titular de impacto y de la política del minuto de oro, he de reconocer que saboreo el poder leer, cuando el tiempo me lo permite, biografías de personajes históricos que bien podían haber sido los influencers de antaño.

A diferencia de los actuales, aquellos no publicaban u opinaban para vender una marca o para aumentar el número de seguidores o likes, sino que sus ideas y escritos han llegado hasta nosotros, precisamente porque hubo gente que creyó en ellos y que fueron convencidos por sus ideas o argumentos.

Uno de estos personajes tan admirados es Winston Churchill, y una de sus mejores frases fue «Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”.

El escenario que se nos plantea el próximo 10 de Noviembre, parece prefabricado de una manera ineluctable para la repetición de un escenario político sombrío e iterativo en un estrecho tramo de tiempo. Bloqueo.

Nos lo han hecho creer así la caverna mediática sanchista, comandada por el asesor Redondo, que en un principio ideó forzar unos nuevos comicios para subir en escaños, y ha tenido que improvisar sobre el tablero debido al cansancio del electorado, a pesar del marketing irreverente desde el atril de Moncloa: la exhumación de Franco, el desbloqueo de la financiación autonómica o hablar de subir las pensiones, y ya no busca una mayoría absoluta, sino forzar a los partidos constitucionalistas a un desbloqueo, que por cierto el propio Sánchez no concedió, ya saben: No es No.

Por tanto, el resto de partidos juegan a no perder y no han visto la oportunidad en la calamidad excepto Cs, y descartando al PP, cruzado de brazos esperando el posible descalabro de sus rivales directos, que han sido mostrados maquiavélicamente al pueblo como los nuevos partidos que bloquean las instituciones, y añorando la época del bipartidismo y la ocupación de los sillones bicolor que llevamos aguantando tantos años de corruptelas y privilegios.

Pero como decía el gran Churchill, un optimista ve una oportunidad en toda calamidad y Cs es de naturaleza optimista. Así lo demuestran estos periodos electorales donde las encuestas intentan minar la moral del simpatizante. Y que por cierto, se acaban equivocando estrepitosamente, cada vez que se abren las urnas.

El giro al centro de Rivera demuestra la necesidad de acercarse a posturas reformistas y con visión de Estado, tras la situación calamitosa provocada tras la moción de censura, que pilló a Rajoy en el bar y a los independentistas crecidos antes la ganga de Sánchez, que buscaba el poder antes que la responsabilidad ejecutiva que se le presupone.

El 10 noviembre tenemos la oportunidad de ir a votar viendo la oportunidad en la calamidad. No son unas simples elecciones. Nos jugamos el futuro del país ante los desafíos económicos y territoriales que nos vienen encima. Churchill se equivocó en múltiples ocasiones pero también se negó a aceptar la derrota y no tiró la toalla.

El 10 de Noviembre puede marcar el futuro de muchas generaciones, no son unas simples elecciones.

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