El Hospital Universitario Infanta Leonor ofrece una sala de descanso para que los padres y madres de niños ingresados en la Unidad de hospitalización de Neonatología puedan descansar o comer cuando lo precisen sin alejarse de sus hijos. Se trata de un espacio específico para ellos en este hospital público de la Comunidad de Madrid dotado de frigorífico, microondas, sillones y butacas, entre otro mobiliario.
Durante el ingreso en Neonatología los padres del menor pueden permanecer con su bebé en la unidad las 24 horas del día, con el fin de reforzar el vínculo entre ambos y minimizar su separación. Una “filosofía” de trabajo que se ve favorecida con la nueva ‘Sala de Padres’, ubicada justo a la entrada de la Unidad de Neonatología, que ha visitado el consejero en funciones de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
La iniciativa pretende contribuir a humanizar la asistencia sanitaria que reciben los pacientes y sus acompañantes durante su estancia hospitalaria y, desde su puesta en marcha, el pasado mes de abril, está teniendo muy buena acogida entre los usuarios.
El equipamiento y la decoración de esta sala han corrido a cargo de la Fundación Aladina, en colaboración con la Fundación Rayo Vallecano. El proyecto también ha comprendido la instalación de vinilos con motivos alegres en paredes y cristaleras de la Unidad de hospitalización de Neonatología de este hospital.
En la Unidad de hospitalización de Neonatología del Hospital Universitario Infanta Leonor ingresan recién nacidos por encima de las 32 semanas de edad gestacional que, por presentar alguna patología, precisan un seguimiento clínico estrecho. Esta unidad del Servicio de Pediatría está dotada con 11 puestos de cunas/incubadoras y registró 295 ingresos durante el año 2018, con una estancia media de 4,69 días.
Iniciativas humanizadores
El Hospital Universitario Infanta Leonor es un centro sanitario de atención especializada del Servicio Madrileño de Salud. Situado en la ciudad de Madrid, en el distrito de Vallecas, está en servicio desde hace más de 11 años y atiende a una población de referencia superior a 307.000 personas.
Cabe destacar que este hospital público madrileño fue reconocido en el año 2016 con el Premio ‘Best in Class’ al ‘Mejor proyecto de humanización de la asistencia sanitaria’, por distintas iniciativas orientadas a dos colectivos de pacientes especialmente vulnerables y frágiles como son los niños y las personas con enfermedad mental. Además, este año ha recibido el Sello EFQM de Excelencia Europea 400+, un importante reconocimiento externo a su gestión y mejora continua.
2 comentarios
Yo di a luz en este hospital hace 10 años(vivo a 5 minutos) y la atención
durante y después podría haber sido mejor, me hicieron episiotomia, mi hija nació con fórceps no sin antes subirse dos enfermeros a mis costillas y hacerme polvo a ver si salía de esa manera, cosa que está prohibida pero que yo desconocía por aquel entonces. Al final no pude tener a mi hija en el pecho y con todo eso decidí darles una segunda oportunidad.
Hace dos años volví a dar a luz aquí, y esta vez sí que no vuelvo en la vida: la atención fue pésima, tanto conmigo como con mi hijo recién nacido. A mí me mandaron a casa el mismo día que estaba dilatando y no podía con los dolores, yo no me fui, evidentemente, y enseguida me puse peor y ya me ingresaron.
Me pincharon 7 veces,(7!!!) la epidural porque no encontraban el sitio adecuado hasta que a una de las doctoras se le ocurrió que me inclinará hacia delante… tenía tanta epidural en mi cuerpo que no sentía ni las pestañas. Luego me pasó factura, y aparte de que fue casi imposible empujar porque no sentía absolutamente nada mi cuerpo tuvo una reacción y nada más dar a luz me hinché muchísimo, empecé a retener todo lo que bebía y salí de allí como pude arrastrándome, con un 42 de número de pie y entré con un 39…parecia un monstruo…
Durante el tiempo que estuve dilatando la máquina que conecta con el bebé no dejaba de pitar y yo les llamaba y les decía que le pasaba algo porque se aceleraba mucho el pulso, de repente bajaba y pitaba todo el tiempo… ES NORMAL decían…me tuvieron así toda la noche hasta que por fin a las nueve de la mañana deciden que es hora de que mi hijo venga al mundo de una vez y como yo empujaba y el niño no salía y ellos tenían prisa sin preguntarme ni nada me hacen una episiotomia y sorpresa! Mi hijo venía con el cordón al cuello (de ahí su agonía nocturna porque se afixiaba cuando se movía o cuando yo empujaba ya que el cordón tiraba de él) pero ERA NORMAL según ellos.
El niño vino azul, no pude tenerle en mi pecho, y directamente se fue a la sala de recuperación. A mí me dijeron que me iban a traer hielo y después de mucho tiempo esperando tuve que llamar y me dijeron que se habían olvidado de mí. Todo muy NORMAL.
Cuando mi hijo pudo subir a planta la forma de tratarlos de las enfermeras era como si fuera un muñeco, enfermeras mayores porque las jóvenes eran más dulces y delicadas pero las mayores a gritos y empujones.
En definitiva, NO VUELVO a este hospital.
Todavía después de dos años sigo recuperandome, en fin, no lo recomiendo para nada.
Aunque haya pasado algún tiempo de la noticia y del comentario, no me quedo a gusto si no comento a favor ya que por mi experiencia fue todo positivo.
Mi hijo nació en 2014, y la gestión fue más que correcta. No acababa de dilatar y me preguntaron si yo quería epidural, si me ponían oxitocina después de toda la noche sin ver mucho avance, y en el momento del parto que se complicó un poco me iban preguntando cada cosa y me explicaban la razón por la que lo consideraban necesario (por ejemplo la episotomía) y, sobre todo, viendo que mi hijo estaba encajado ya mucho rato sin salir trajeron fórceps pero seguimos intentando más primero (a sugerencia suya). Como no funcionaba, me preguntaron si hacíamos un último intento subiéndose encima de mí, yo accedí e incluso me explicaron que se veía un poco violento pero estaba controlado, y lo cierto es que gracias a su insistencia y siempre con mi consentimiento mi hijo consiguió salir sin fórceps. Al día siguiente empezaron a notar que mi hiji no estaba todo lo bien que debiera, y venían cada rato a mirarle porque se le veía como muy apagadillo y después de todo el día viniendo cada rato, tuvieron que llevarle a neonatos porque le había subido la bilirrubina. Me dejaron estar allí en todo momento y me facilitaron la estancia todo lo que estaba en su mano, me explicaron todo y los días que estuvimos en neonatos los bebés estuvieron muy bien atendidos. Como siempre, hay algunas personas más amables que otras y claro que había alguna persona más seca (como en todas partes), pero el balance general en mi opinión es muy muy bueno. Mi segunda hija también nació allí unos años después, y aunque esta vez el parto y todo transcurrió rápido y sin incidencias, la atención siguió siendo buena.
Yo he de decir que no era el hospital que me correspondía y fue elegido en ambos casos, y estoy muy contenta. Agradezco al personal su atención, especialmente a la unidad de neonatos ya que por fortuna sólo estuvimos unos días pero son momentos complicados para los padres y el personal estaba ahí siempre dispuesto y de manera muy comprensiva también apoyando.