Este sábado, 5 de abril, más de 40 ciudades de toda España acogerán manifestaciones bajo el lema “Acabemos con el negocio de la vivienda”, en la primera manifestación de carácter estatal convocada por el Sindicato de Inquilinos de Madrid y el Sindicat de Llogateres de Catalunya, con el apoyo otras organizaciones sociales y de los sindicatos UGT y CCOO.
«Los precios desorbitados de los alquileres son la principal causa de empobrecimiento de la clase trabajadora y una barrera para acceder a una vivienda», señalan los convocantes. «El enriquecimiento de una pequeña minoría rentista a costa de asfixiar económicamente a una gran parte de la sociedad, la impunidad con la que opera la patronal inmobiliaria y la imposibilidad de construir proyectos de vida por la falta de acceso estable a una vivienda han encendido la indignación social y han consolidado el consenso de que la vivienda debe dejar de ser un negocio para convertirse en un derecho. En las ciudades turísticas, la situación es aún más grave: los alquileres de temporada y el modelo turístico expulsan a las vecinas de sus barrios y precarizan a las trabajadoras del sector», esgrimen en su opinión desde el Sindicato de Inquilinos.
«Frente a los gobiernos que protegen los intereses de la patronal inmobiliaria y turística, el Sindicato de Inquilinas crece en las principales ciudades del Estado», subrayan. «Solo la organización sindical de base puede tumbar el sistema rentista que sostiene el modelo de vivienda actual. En los últimos años, una red de sindicatos se ha consolidado en Madrid, Barcelona, Vigo, Asturias, Cádiz, Málaga, Sevilla, Zaragoza e Ibiza», recuerdan.
«Bajar los alquileres para acabar con el negocio de la vivienda»
«Sabemos que convertir la vivienda en un derecho, tras décadas de especulación, es un camino largo. Pero hay un primer paso claro: bajar los alquileres un 50%. En un contexto de precios en constante subida, lograr una reducción radical supondría un golpe directo al negocio que han montado con nuestras casas, y por tanto un paso decisivo en la consolidación de la vivienda como un derecho», inciden los convocantes. Sus reivindicaciones son:
- Bajada del 50% en los alquileres. Los precios actuales son insostenibles y ahogan a millones de personas. Necesitamos una bajada inmediata.
- Contratos de alquiler indefinidos. Cada 5 o 7 años nos expulsan de nuestros hogares para subir los alquileres, provocando miles de desahucios invisibles. Necesitamos contratos indefinidos para poder desarrollar proyectos de vida en nuestros hogares.
- Recuperación de viviendas vacías, turísticas y en alquiler de temporada. Mientras se habla de falta de vivienda, cientos de miles de casas se usan para fines que no son vivienda habitual. Necesitamos recuperarlas para que cumplan una función social.
- Fin de la compra especulativa. La vivienda no puede ser una inversión. Se debe prohibir la compra de vivienda si no es para vivir en ella, ya sean fondos buitre o rentistas individuales.
- Desarticulación de grupos de desokupación. Cada vez más caseros acuden a grupos de matones para echarnos de nuestros hogares con coacciones y amenazas. Estas prácticas violentas deben prohibirse.