La OCU pide quitar la etiqueta ‘Cero’ a los coches híbridos enchufables

Gacetín Madrid

Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre 147 automóviles comercializados en los últimos años viene a confirmar las advertencias ya realizadas en los últimos años sobre las excesivas emisiones contaminantes que generan buena parte de los vehículos híbridos enchufables y los mild hybrid.

Los coches híbridos enchufables, denuncian, «contaminan como cualquier automóvil con motor de combustión una vez superados los 40 o 50 km de autonomía eléctrica, por lo que no deberían llevar etiqueta Cero Emisiones». Es más, según OCU, un 38% generan excesivas emisiones y ni siquiera deberían llevar una etiqueta Eco; de hecho, apenas el 9% de los modelos con motor de combustión, sean diésel o gasolina (ambos con etiqueta C), resultan tan contaminantes. Se trata, sobre todo, de híbridos enchufables de gran tamaño, pesados y con motores muy potentes que consumen mucho y por lo tanto también contaminan mucho cuando funcionan con gasolina, lo que sucede una vez han superado los 40 km de autonomía eléctrica que tienen de media.

Las emisiones excesivas también son comunes al 25% de los automóviles mild hybrid (microhíbridos no enchufables), con etiqueta Eco. En este caso se trata de modelos cuyas emisiones no son compensadas por la reducción del 10% de combustible en ciudad que facilita su sistema eléctrico de 48 V.

OCU considera que el actual sistema de concesión de etiquetas, aunque ha sido un buen paso inicial e importante para concienciar a los conductores, es un sistema injusto, pues está basado en las tecnologías del motor y no en las emisiones reales de los vehículos. OCU denuncia al mismo tiempo que no hay datos públicos sobre las emisiones reales de los contaminantes que perjudican a la salud (micropartículas y NOx) por lo que el sistema favorece a unos vehículos en perjuicio de otros sin un criterio objetivo.

El sistema de etiquetas ambientales condiciona el acceso de los ciudadanos a las áreas de circulación restringida de las grandes ciudades, discriminando en este caso a los dueños de coches que, aunque contaminan menos, tienen una etiqueta peor. Es más, se está permitiendo la entrada en las ciudades de vehículos con un elevado volumen de emisiones en escenarios de alerta por alta contaminación, lo que sin duda tiene graves consecuencias sobre la salud de los ciudadanos.

Por todo ello OCU considera que debe revisarse el sistema de concesión de etiquetas medioambientales para que estas puedan cumplir su objetivo, que «no es otro que clasificar a los vehículos de acuerdo con su impacto ambiental real».

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