UGT exige el desalojo inmediato de su sede ‘okupada’ en Madrid

Gacetín Madrid

Alrededor de 200 activistas han ‘okupado’ esta mañana de sábado, 7 de mayo, el edificio del sindicato UGT ubicado en el en el número 88 de la calle Hortaleza, en pleno centro de la ciudad de Madrid, para denunciar la «operación especulativa con este edificio» que «se lleva a cabo con la connivencia del Ayuntamiento de Almeida».

Este edificio, propiedad de UGT, fue sede del sindicato hasta el año 2018, cuando se lo alquiló a una empresa para convertirlo en un hotel. Según exponen los activistas, pertenecientes a diversos colectivos como la famosa ‘La Ingobernable’, se aprobó en Pleno, con el apoyo de PP y Ciudadanos y la abstención de PSOE y Más Madrid, un Plan Especial para cambiar el uso del suelo para catalogarlo como uso de hospedaje en régimen exclusivo y permitir la remodelación parcial del edificio, a pesar de poseer protección patrimonial de nivel 1D.

El edificio fue construido en 1623, siendo convento de Santa María Magdalena, también llamado de las «Recogidas». Aunque fue abandonado a principios del siglo, UGT lo compró en  el año 1987 y fue su sede principal hasta 2017. Ya en 2018 se lo alquiló a una empresa para desarrollar actividad hotelera por entre 400.000 y 600.00 euros al año.

Ante ello, desde UGT exigen el desalojo inmediato de su sede, «un edificio perteneciente en su totalidad al sindicato, y que ha sido pagado y costeado con el sacrificio de millones de persones trabajadoras a través de sus cuotas. Este edificio, pertenece al patrimonio privativo de la organización y, por lo tanto, al patrimonio de sus afiliados y afiliadas».

Desde UGT, señalan, «no podemos más que condenar y denunciar un hecho que actúa directamente en contra de los trabajadores y trabajadoras de este país, perjudicando a nuestra organización. Cabe recordar que UGT es una organización sindical sin ánimo de lucro, y que dirige todos sus esfuerzos y recursos a defender los intereses de las personas trabajadoras».

Hace unos meses, exponen, «denunciamos la ocupación que protagonizo un grupo de la ultraderecha italiana sobre la sede del sindicato italiano CGIL. Hoy, es la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores quien sufre la ocupación por parte de un grupo de ultraizquierda radical, que no tiene en cuenta los intereses de las personas trabajadoras de este país, ocupando los edificios de los sindicatos de clase».

UGT y su dirección «tiene la potestad de decidir la gestión de su patrimonio como considere oportuno, con el fin de obtener el máximo rendimiento para poder destinarlo a la lucha, la mejora y la defensa de los derechos e intereses de la clase trabajadora de nuestro país, y a quien la organización destina todos sus recursos».

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