La Policía Nacional ha presentado el balance de las agresiones a profesionales sanitarios durante el 2021, situándose la cifra de denuncias registradas en España en 225. La figura de los interlocutores policiales sanitarios se ha consolidado como un elemento fundamental en la contención de las agresiones a sanitarios.
La vuelta a la presencialidad en los centros hospitalarios y de salud, así como la vigilancia del cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias han sido la causa de las agresiones durante el pasado año, siendo el perfil más frecuente del agresor el de varón entre 36 y 55 años y de nacionalidad española. Además de intensificarse medidas ya implantadas como la colaboración con los colegios profesionales de la seguridad, se han elaborado nuevos proyectos como es la adaptación de un protocolo de denuncias in situ.
Durante el año 2021 se ha producido un aumento del 14% de las denuncias de agresiones respecto a las presentadas el año anterior. Las causas estimadas de este repunte se deben a la vuelta de la atención sanitaria de manera presencial a los centros sanitarios y la vigilancia del cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias por la COVID-19. Además, la labor de concienciación que llevan a cabo los interlocutores policiales sanitarios, está impulsando la interposición de denuncias como única fórmula para visibilizar y poder evaluar realmente la dimensión del problema.
Por otro lado, la actividad formativa en prevención de agresiones que llevan a cabo los interlocutores, se ha adaptado a las circunstancias y se ha extendido a los profesionales de la seguridad que protegen a los sanitarios, llegando a más de 2.000 profesionales de la salud y de la seguridad en este ámbito, siendo ya más de 12.000 los profesionales formados desde la implantación del protocolo.
Entre 36 y 55 años el perfil habitual tanto del agresor como de la víctima
Durante el año 2021, se ha frenado la tendencia a la baja de los últimos dos años, produciéndose un ligero aumento de las denuncias, si bien las cifras siguen estando por debajo de las que se registraron en el 2019. En total se interpusieron 225 denuncias, lo que representa un aumento del 14% respecto de 2020.
De las 225 denuncias recibidas, un 48% lo fueron por agresiones físicas, siendo el colectivo de médicos el que más denuncias interpuso con un 58% del total, seguido por el de enfermeros que suman un 27% y el de técnicos que supone un 15%. Málaga y Madrid fueron las provincias con mayor número de denuncias por agresión, 23 en cada una de ellas. En Madrid, concretamente, se registraron 9 en 2020, por lo que han crecido un 155%. Además de las denuncias recibidas, los agentes de seguridad ciudadana tuvieron que realizar un total de 9.000 intervenciones tanto en hospitales como en atenciones sanitarias en domicilios.
De los datos analizados, se ha corroborado que los martes fueron los días de la semana con mayor incidencia concentrándose las agresiones en la franja horaria comprendida entre las 10 y las 12 horas. El perfil del agresor detenido suele coincidir con el de un varón de entre 36 y 55 años y de nacionalidad española, mientras que el perfil de la víctima es una mujer de edad similar y de la misma nacionalidad.
Estos datos se han presentado hoy en un acto en el que han participado el Comisario General de Seguridad Ciudadana Juan Carlos Castro Estévez y el jefe de la Unidad Central de Seguridad Privada e interlocutor policial sanitario Manual Yanguas, y al que han asistido también el jefe de la Brigada Central de Inspección e Investigación de la Unidad Central de Seguridad Privada Ignacio Barbosa, así como representantes del Colegio Oficial de Médicos, del Colegio Oficial de Enfermería y del Colegio Oficial de Farmacias entre otros.
La Policía Nacional se prepara para el futuro también en este ámbito
Para los próximos años, la Policía Nacional adoptará una serie de nuevas medidas materia preventiva de agresiones en el ámbito sanitario. Entre ellas destacan la puesta en funcionamiento de actividades formativas en el ámbito universitario, con la adquisición temprana de herramientas destinadas a la prevención de agresiones para futuros profesionales de la salud; campañas de sensibilización con la elaboración de guías, vídeos explicativos y cartelería con recomendaciones y herramientas para la prevención de las agresiones; presencia en centros sanitarios de los interlocutores policiales con el proyecto “IPNS 2.0”; intensificación de la colaboración con colegios profesionales en materia de formación; implantación de la cuenta de correo electrónico ucsp.ipnsadjunto@policia.es para asesoramiento a profesionales de la salud durante las 24 horas del día de cualquier día de la semana; potenciación de los contactos con los departamentos de seguridad del sector sanitario; y propuesta de adaptación de un protocolo de las denuncias in situ.
1 Actualizada:
Un buen momento por hacer una reflexión en ambas direcciones, la violencia no es la solución pero cuando la violencia existe y su tendencia es ascendente, hay que ser valiente y estar dispuesto a evaluar a las dos partes.
Los pacientes que a la vez son los contribuyentes que sostienen el sistema, se merecen en algunos casos mas respecto por parte de todo el personal sanitario y también por la administración competente.
Podría poner muchos ejemplos pero los usuarios de la sanidad pública saben bien de lo que hablo.