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El transporte público en la desescalada: reserva de plaza por horas, carriles-bus temporales o el «car-sharing»

Gacetín Madrid

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha planteado llevar a cabo una limitación en el acceso de los usuarios al transporte público mediante el uso de un sistema de reserva por horas para evitar una elevada densidad.

Así lo ha reflejado en un documento que ha sido remitido a las comunidades autónomas con las que se reunirá este jueves para tratar este tema y escuchar propuestas y sugerencias en la materia, con el fin de reorganizar el funcionamiento del transporte público urbano e interurbano durante las distintas fases de la desescalada para reducir la ocupación y así evitar el riesgo de contagios.

Según se encuentra reflejado en este borrador, se plantea “establecer limitaciones de acceso a las redes de transporte, como por ejemplo con un sistema de reserva previa de franja horaria, u otros sistemas que se determinen apoyados en modelos de cálculo, o en sistemas tecnológicos y reforzados si es necesario por personal de seguridad para dar indicaciones a los usuarios”.

En dicho documento se contemplan otras importantes medidas de cara a acometer la desescalada «con todas las medidas de seguridad posibles», como es el control del aforo en vehículos como trenes y autobuses, de hasta el 50% de máximo de ocupación de plazas de asiento y hasta 2 personas por metro cuadrado en el caso de que se viaje de pie, puertas de apertura automática y evitar el pago en efectivo.

También se prevé el control de viajeros en los tornos de acceso al Metro de Madrid o a Cercanías con el fin de evitar posibles aglomeraciones, la creación de carriles bus y bus VAO temporales en las principales vías de acceso a la ciudad y promover carriles bici provisionales, como ya se ha hecho en otras capitales, impulsando «zonas 30» o «facilitando la oferta de bicicleta y patinetes eléctricos compartidos».

Se incide en “promover el uso de medios activos de movilidad: andar, bicicleta y la micro-movilidad, tanto particular como compartida” e incluir taxis y VTCs en los planes de refuerzo del transporte, facilitándose también el uso del «car-sharing» (coches compartidos) y fomentar los planes de movilidad en empresas.

En dicho documento borrador del Ministerio de Transportes se contempla la colaboración de las empresas, que incide en «seguir promoviendo el teletrabajo, flexibilizar horarios laborales de entrada y salida» de los trabajadores y, para aquellas empresas con gran cantidad de empleados, fijar «turnos de entrada y salida en varias franjas horarias». También se expone el «retrasar la apertura del comercio y de la atención en centros públicos».

Por su parte, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha acogido este documento con actitud favorable, indicando que ya se especifican algunas medidas que el Gobierno regional ya habría planteado. Sin embargo, desde la Comunidad insisten en la obligatoriedad en el uso de mascarillas en transporte público, algo que el Gobierno central tan solo recomienda «de forma encarecida».

Ya la semana pasada el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, advirtió que el transporte público madrileño tan solo podrá acoger en el futuro a 3 de cada 10 viajeros a los que llevaba antes de la crisis del coronavirus COVID-19.

«En la Comunidad de Madrid ya estamos trabajando en cómo va a tener que afrontar el transporte público los primeros meses tras el fin del confinamiento en eso que se está llamando la desescalada», expuso Garrido en declaraciones enviadas a los medios de comunicación, incidiendo en que el uso del transporte público de viajeros «deberá limitarse a la movilidad imprescindible y estrictamente necesaria, principalmente por motivos laborales o por necesidad médica».

Según explicó Garrido «para poder garantizar la movilidad a los madrileños con seguridad y minimizar riesgos va a haber que impulsar un cambio en la cultura del viaje» porque viajar en transporte público «al menos a corto plazo, no va a ser lo mismo».

«Para garantizar la distancia de seguridad que recomiendan las autoridades sanitarias y aun con el cien por cien de nuestros recursos de transporte público solo podremos transportar a 3 de cada 10 viajeros de los existentes antes de la crisis», dijo el consejero.

Es decir, que el uso del transporte público «deberá limitarse a la movilidad imprescindible y estrictamente necesaria, principalmente por motivos laborales o por necesidades médica», añadió Garrido.

En sus declaraciones Garrido apuntó  que este uso del transporte público se deberá hacer «con medidas que han llegado para quedarse durante un tiempo», subrayando que «se hace imprescindible el uso de la mascarilla en el transporte público, habrá que mantener el distanciamiento personal, seguirán las limitaciones de aforo en los vehículos o el bloqueo de asientos que no van a poder utilizarse en nuestros autobuses».

«Vamos a seguir recomendando el uso del transporte público solo cuando sea estrictamente necesario y habrá que facilitar otras alternativas como el propio vehículo privado o, para trayectos cortos, la bicicleta o el recorrido a pie, y en general administraciones públicas y empresas tendremos que seguir priorizando con claridad el teletrabajo y una nueva organización de la jornada laboral para evitar picos en las horas punta en el transporte público», concluyó Ángel Garrido.

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