- En el Parque de Caramuel hay unas edificaciones delimitadas con vallas, pero no se sabe quiénes son sus propietarios ni para qué se utilizan.
- Pedro Barrero propone que esas construcciones y sus parcelas sean devueltas al parque, para disfrute público.
El concejal socialista Pedro Barrero ha llevado al Pleno del Ayuntamiento de Madrid del mes de febrero el parque de Caramuel, ubicado en Puerta del Ángel, en el distrito de Latina, que se inauguró en 1979, tiene una superficie de 54.115 m2 y es un espacio verde profusamente arbolado, equipado con zonas deportivas, recorrido biosaludable, zonas para niños, mayores y descanso y un área canina.
Durante su intervención ha ilustrado con fotografías recientes el deterioro que sufre “esta reliquia histórica”, donde «quedan patentes sus árboles caídos que nadie recoge, el equipamiento urbano malogrado, hoyos y huecos que no se cubren, y otras tantas faltas de conservación y mantenimiento que el PSOE ha venido denunciando en la Junta de Distrito».
Pero, sobre todo, Barrero ha puesto de manifiesto la ubicación en esta zona verde de unas edificaciones cuyo uso parece residencial, delimitadas incluso con una valla. No se sabe con certeza quiénes son los propietarios ni para qué se utilizan, pero los vecinos y sus asociaciones, la de Juan Tornero, la de Puerta del Ángel y la de Goya, han denunciado que allí se llevan a cabo actividades ilícitas.
El concejal del PSOE ha propuesto que se realice un dictamen para establecer la propiedad de suelos y edificios, así como su situación desde el punto de vista administrativo. Según el resultado, el Ayuntamiento debe tomar medidas para integrar las edificaciones y sus parcelas en el parque de Caramuel, “para uso y disfrute de toda la ciudadanía”.
El concejal ha añadido que “se pueden eliminar las construcciones o hacer allí pequeños equipamientos acondicionados para el desarrollo de actividades ligadas a la naturaleza o de otra índole, que sean convenientes para el distrito de Latina”. Esta proposición ha sido aprobada por unanimidad.
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Dos de esas casas llevan años perteneciendo a mi familia, fueron cedidas a mi bisabuelo por la empresa explosivos Río tinto. Mi abuela vivió allí toda su vida y en numerosas ocasiones el ayuntamiento se sacudía las manos cundo teníamos algún problema de mantenimiento, alegando que el terreno no formaba parte del ayuntamiento y era nuestra responsabilidad. Como fue, por ejemplo, la caída de un árbol de grandes dimensiones y la recogida de una gran cantidad de basura ya que los vecinos del barrio dejaron en una zona del terreno. Mágicamente con la llegada del PSOE al ayuntamiento, de mano de un concejal del distrito de la latina y alguno que otro de urbanismo, el terreno se considera ahora parte del parque y lo que vaya a ocurrir con las casas que tantos años hemos cuidado es un misterio. La última carta que ha llegado comenta que debemos entregar las llaves al nuevo arrendatario, cuando en un primer momento se nos dijo que se procedería a una demolición y a la ampliación del parque.