Un reloj inteligente, una banda elástica o un simple chaleco podrían convertirse en herramientas capaces de mejorar sustancialmente los índices de supervivencia de los pacientes en parada cardiorrespiratoria.

La clave está en la incorporación a cualquiera de estos elementos de tecnología 5G, capaz de determinar que esa persona ha sufrido una parada, localizarla en el espacio y activar de inmediato a los servicios de emergencia.