Los libreros responsabilizan al Ayuntamiento de la caída en visitas y ventas de la 43ª Feria del Libro Antiguo

Gacetín Madrid

La Asociación de Libreros de Lance, organizadora de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Madrid, se siente perjudicada por la actuación municipal, que «provocó un incremento de los costes y una reducción de las medidas de las librerías, además de una separación de un centenar de metros en la distribución de las casetas».

Este miércoles, 15 de mayo, festividad de San Isidro, se clausuró la 43ª edición de la Feria de Primavera del Libro Antiguo y Ocasión de Madrid, tras 20 días instalada en el céntrico Paseo de Recoletos. Contrariamente a lo que ha venido sucediendo en pasadas convocatorias, la de este año se ha saldado con un notable descenso en la afluencia de visitantes y en las ventas.

La Asociación de Libreros de Lance, organizadora de la misma, achaca este balance negativo al «exceso de celo de los técnicos de la Junta Municipal del Distrito de Centro que, amparados en el supuesto inicio de unas obras en superficie en la Estación de Cercanías de Recoletos, obligaron a reducir el número de metros de las casetas (de seis a cinco) y dividieron la feria en dos, con una separación entre librerías de más de un centenar de metros en la zona próxima a la estación».

Sorprendentemente, y a pesar de los reiterados llamamientos por parte de la Asociación, «los técnicos no facilitaron en ningún momento las fechas de inicio de los trabajos». Hace unos días, la propia Adif anunció que comenzarían el 1 de junio y que se desarrollarían en los túneles y, en ningún caso, en la superficie del Paseo de Recoletos.

“Nos sentimos perjudicados por una actuación poco diligente de los técnicos de la Junta de Distrito Centro que, además, ha encarecido notablemente el montaje”, comenta Francisco Martínez Moncada, presidente de la Asociación de Libreros de Lance, quien no entiende «el maltrato hacia una feria que lleva celebrándose 43 años ininterrumpidamente y que se ha erigido por derecho propio en una de las citas imprescindibles de la primavera madrileña».

“El mismo año en que hemos suscrito un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para una mayor difusión de la feria coincide con esta incompresible actuación del área técnica”, concluye Martínez Moncada, quien ha echado en falta «algo más de empatía y sensibilidad» hacia el colectivo de libreros de Lance.

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