Los alumnos con familias más controladoras presentan peores resultados escolares

Gacetín Madrid

Un estilo familiar abierto, comunicativo y que fomenta la autonomía y la responsabilidad está asociado a mejores resultados escolares del alumnado. Así se desprende del informe La implicación familiar en la educación: una herramienta de cambio, publicado por el Observatorio Social de ”la Caixa”.

El estudio apunta también a que los centros educativos cuyas familias tienen un estilo más comunicativo son más equitativos en cuanto a la distribución de resultados entre el alumnado, concretamente 20 puntos de diferencia con respecto a los centros con familias controladoras.

El estudio expone cuatro puntos clave que tratan la implicación familiar en la educación. El primero expone que la implicación familiar en el proceso educativo es positiva para el alumnado, aunque un análisis en detalle permite observar que no todas las formas de implicación familiar en el hogar son necesariamente beneficiosas. Hay estilos más eficaces que otros, e incluso algunos pueden ser perjudiciales

En segundo lugar, es posible distinguir dos estilos de implicación familiar en el hogar: uno más directivo y controlador y otro más comunicativo que fomenta la autonomía de los hijos. En los dos casos, las madres están más implicadas: el 82 % de las madres se interesan habitualmente por cómo les ha ido en clase, frente al 66 % de los padres con la misma actitud.

Estos perfiles presentan efectos diferenciales en el rendimiento del alumnado: los hijos de familias más comunicativas muestran mejor desempeño escolar, todo lo contrario de los que sus progenitores adoptan un estilo más controlador.

En tercer lugar, se expone que los perfiles de implicación familiar también repercuten en el centro escolar. Los centros cuyas familias presentan un estilo más abierto y comunicativo no solo alcanzan mejores resultados sino que, además, las diferencias entre el alumnado tienden a disminuir, generando una educación más equitativa.

Finalmente, estos datos abren una vía con potencial de mejora integral para los centros, pues las organizaciones educativas tienen margen para proponer e implementar políticas destinadas a fomentar perfiles de implicación familiar que aumenten la eficacia y la equidad de la educación en los centros.

Las conclusiones se han obtenido a partir de los datos extraídos de la Evaluación General de Diagnóstico (EGD), llevada a cabo por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en la que han participado 26.543 estudiantes de 2.º de ESO escolarizados en 933 centros.

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