Llega el invierno, bajan las temperaturas, los días son más cortos y parece que el clima no invita a realizar actividades al aire libre. Lo mismo sucede con el consumo de frutas y verduras y nos olvidamos o desconocemos que en esta gélida estación también se pueden cultivar vegetales.

De esto saben mucho en El Huerto del Retiro, un centro de educación ambiental del Ayuntamiento de Madrid que ha suministrado en el mes de noviembre 51.000 plantas hortícolas y 22.000 flores y aromáticas a 166 huertos escolares y 60 urbanos pertenecientes a la red municipal de huertos comunitarios.

Los colegios y asociaciones han recibido en estos días de otoño los plantones que salen del Vivero Estufas del Retiro así como árboles frutales que han crecido en los viveros de la Casa de Campo. Y están descubriendo que en invierno se pueden cultivar verduras y hortalizas comestibles como lechugas, acelgas, repollo, brócoli, coliflor, escarola, cebollas, etc. Además de las omnipresentes calabazas de Halloween.

Las plantas aromáticas distribuidas han sido albahaca, tomillo y mentas, mientras que de arbustos comestibles se han entregado frambuesas, fresas, arándanos, moras sin pincho y grosellas. También se han añadido plantas de flor porque son polinizadoras que benefician a los cultivos y algunas, como los pensamientos, comestibles.

En diciembre se van a distribuir semillas de ajo, habas, guisantes y rabanitos, así como árboles frutales tempranos (nísperos, ciruelos o higueras) y tardíos de otoño (manzanos, nogales o peras de invierno). A cada huerto escolar se han entregado 100 unidades de hortalizas, aromáticas y planta de flor, mientras que los huertos urbanos han recibido 150 plantones cada uno.

Alimentación saludable

Más allá de los beneficios medioambientales, los huertos escolares permiten que las niñas y niños vean crecer las verduras y hortalizas que luego van a formar parte de su alimentación. Es una manera de que comiencen a comer más fruta y verdura. El contacto con la naturaleza, sentir el cambio de las estaciones, fomentar el consumo responsable o desarrollar los lazos de convivencia son otras ventajas.

En el Huerto del Retiro también se reparten más de 100.000 plantas en primavera. El año pasado se entregaron 30.000 tomates, 30.000 lechugas, 22.000 berenjenas, 14.000 pimientos y 10.000 acelgas. Para desarrollar esta actividad productiva y divulgativa se realiza una perfecta programación anual que comienza con la selección de las semillas.

Todo el proceso es ecológico y sostenible. Se realiza en las instalaciones del Vivero Estufas del Retiro, donde sus jardineros ponen su profesionalidad y cariño para que las plantas crezcan sanas y fuertes. El primer paso es realizar semilleros en bandejas que pueden albergar hasta 1.000 simientes dependiendo de su tamaño, aunque no suelen sembrar más de 500 para que se desarrollen con más vigor.

Cuando las plantitas ya tienen varias hojas se hace un repicado a las bandejas de alvéolos, que suelen tener una media de 40 huecos. Algunas semillas grandes se pueden plantar directamente en estos recipientes. Las aromáticas o leñosas, que son de crecimiento más lento, se pueden trasplantar a macetas.

La tierra que se utiliza para las plantas hortícolas es totalmente ecológica. La preparación para colocar las semillas comienza con una capa de arena de río o de arlita que hacen de drenaje, luego se coloca una capa de sustrato que se compacta y, finalmente, otra lámina de sustrato.

La vocación ecológica y divulgativa de los huertos escolares y urbanos se combina con la recuperación de variedades tradicionales y autóctonas de Madrid. Por ejemplo, en verano se sembraron tomates morunos de Patones, tomate tapa de puchero, tomate negro de Crimea, lechuga cuatro estaciones, lechuga maravilla, berenjena gorda, berenjena larga morada, pimiento Gernika o el pimiento cuatro lóbulos.

Formación

Los huertos escolares se cultivan principalmente durante el curso;  por ello se siembran variedades de temporada y se fomenta más la  planta de invierno y primavera y menos los árboles frutales de verano. Los profesores, si lo solicitan, pueden asistir a jornadas formativas en el Huerto del Retiro para inculcar a los estudiantes un consumo responsable de verduras y hortalizas.

Los centros escolares o asociaciones interesadas en tener un huerto reciben ayuda del Ayuntamiento, que aporta el vallado, la instalación para el riego eficiente por goteo, una caseta para los aperos, plantones hortícolas y árboles frutales de los viveros municipales, mantillo de la planta de compostaje de Migas Calientes producido a partir de los restos de poda y un panel informativo.

El reparto de hortalizas, verduras y plantas no termina en los huertos escolares y urbanos. Cuando hay existencias también se distribuyen entre centros de mayores, centros de educación ambiental, centros de salud, talleres terapéuticos, institutos de secundaria, universidades y para todo tipo eventos siempre que sean actividades sin ánimo del lucro.