El ministro Albares inaugura el congreso de Gallup International en Madrid, la asociación mundial de estudios de opinión pública

Gacetín Madrid

Gallup International, la asociación decana en estudios de opinión pública presente en más de 70 países que cubren dos tercios de la población mundial, en la que España participa a través de Sigma Dos, celebra estos días en Madrid su congreso anual. La cita, que reúne del 26 al 28 de septiembre a empresas de los cinco continentes en el hotel Palace, tiene un significado singular para la organización, pues este año se cumplen 75 años desde su fundación por George Gallup, padre de la aplicación de la estadística a la investigación de la opinión pública.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, que ha participado en la conferencia inaugural, ha subrayado la importancia de una respuesta de altura y coordinada por parte de España y La Unión Europea ante los desafíos comunes del mundo: “está emergiendo un nuevo orden internacional en el que España y la Unión Europea deben ser actores clave para defender la democracia con la idea de afianzar nuestra autonomía militar y energética”.

Albares también ha puesto en valor el papel de la investigación social a la hora de comprender las preocupaciones y las expectativas de las opiniones públicas de los diferentes países: “en un mundo dominado por los algoritmos, la tarea de identificar las tendencias de fondo es cada vez más compleja y necesaria”. Por ello, Albares recalcó que la “tarea” de una organización como Gallup “es fundamental para adaptar la investigación social a los nuevos desafíos”.

España, hub global de la investigación social

Gerardo Iracheta, presidente de Sigma Dos, ha recalcado la importancia para España de que esta cita tenga lugar en Madrid: “Gallup International es como la ONU de la investigación social, y acoger este congreso, precisamente el año de su 75 aniversario, pone de manifiesto el papel cada vez más importante de nuestro país como hub de culturas en el mundo global”. Iracheta ha recalcado que nuestra sociedad “hace de puente” entre Europa, América Latina y África, y que estamos en “un lugar privilegiado” para “observar y analizar los nuevos tiempos de la globalización”.

Por su parte, Kancho Stoychev, presidente de Gallup International, ha resaltado su satisfacción por celebrar este congreso en Madrid, capital de “una de las lenguas más habladas e importantes del mundo” y referencia política y social “para muchos países de América Latina y otros continentes”. Stoychev ha asegurado que el Congreso abordará las diferentes respuestas sociales en el mundo ante la situación actual, marcada por el conflicto bélico en Ucrania, así como el impacto que esta está teniendo en la calidad de vida de millones de ciudadanos en todos los continentes.

Al mismo tiempo, el Congreso estudiará el impacto de Internet en nuestras vidas, el fenómeno de las fake news en las democracias y los nuevos métodos de investigación social.

Estudio mundial, reina la insatisfacción

Kancho Stoychev ha presentado también los primeros resultados de un estudio global que está llevando a cabo la asociación en 75 países, a través de 75.000 encuestas, y que mide el estado de ánimo en los distintos países, en un contexto marcado por la guerra de Ucrania y la inflación.

Las conclusiones apuntan a que, si bien la mayoría de las personas en todos los continentes creen que su vida es mejor que la vida de sus padres, existe una “duda seria” de que “nuestros hijos vayan a vivir mejor que nosotros”, según Stoychev.

Además, el estudio apunta a que la mayoría de las personas en todo el mundo esperan el fin del dominio del Dólar norteamericano, especialmente en Asia, y sienten que su salud esté gravemente amenazada en las próximas dos décadas y media.

Según los resultados presentados por el presidente de Gallup International, a prácticamente todas las personas les preocupa que nuestras vidas dependan cada vez más de Internet. Kancho Stoychev ha resaltado también que un tercio de la población mundial valora la posibilidad de emigrar a otro país, llegando a ser la mitad en algunas regiones, como América Latina.

Índice de satisfacción global: España relativamente bien situada

Para valorar la satisfacción global de las sociedades Gallup International ha creado un índice con cuatro indicadores: comparación de la vida propia con la vida de los padres, comparación de la vida propia con la expectativa para los hijos, expectativas económicas generales y disposición a emigrar.

Siendo 0 la insatisfacción total y 1 la satisfacción plena con la propia vida, el índice arroja valores especialmente positivos en Asia (excluyendo Japón), con un 0,61. También presentan datos positivos los países del Este de la UE, 0,59 y los países europeos no comunitarios, con un índice de 0,57. Entre los menos satisfechos estarían los países latinoamericanos, con 0,30; los países del Oeste de la UE y los de Medio Oriente, con 0,36 y Japón, con un índice de 0,37. En Estados Unidos el índice es de 0,47 y España, con un índice de 0,43, se sitúa por encima de países como Alemania, con 0,33.

Vivimos mejor que nuestros padres y que nuestros hijos

El 62% de los españoles cree que su vida ha sido mejor que la de sus padres, mientras que el 21% considera que esta ha sido más difícil. Se trata de resultados similares a los de otros países de nuestro entorno, como Portugal o Irlanda, en los que en torno al 60% también tiene una visión positiva sobre su vida con relación a las generaciones anteriores, y por encima de otros países europeos como Alemania, donde así lo creen solo el 48%; Grecia, el 49% o Hungría, el 41%.

Esta situación cambia drásticamente cuando la pregunta se invierte: solo el 30% de los españoles cree que la vida de sus hijos será mejor que la suya, mientras que el 45% considera que será peor y el 19%, que será igual. Este pesimismo hacia las condiciones de las nuevas generaciones es común en los países europeos. En Alemania, Países Bajos y Croacia, idéntico porcentaje -30%- así lo cree; en Austria, Bélgica y República Checa, esa proporción baja al 25%; en Grecia, se sitúa en el 28% y en Luxemburgo, en el 24% y en Suecia se hunde al 21%. Ese optimismo sobre la vida de las nuevas generaciones es especialmente elevado en las sociedades africanas, donde en algunos países, como Nigeria, supera el 90%.

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