El Ayuntamiento de Madrid paralizará y anulará el proyecto de Carmena para la plaza de Pedro Zerolo

Gacetín Madrid

El Ayuntamiento de Madrid paralizará y anulará el proyecto de renovación la plaza de Pedro Zerolo, en el distrito de Centro, planteado por el anterior equipo de Gobierno encabezado por Manuela Carmena.

El pasado 8 de febrero, el Ayuntamiento de Madrid publicó el concurso de licitación para ejecutar el proyecto de reforma de la plaza Zerolo, en el distrito madrileño de Centro, a través del cual, y según denunciaron desde la Asociación Vecinal de Chueca, «Carmena y su equipo han decidido unilateralmente, en contra de la mayoría de los vecinos de la plaza, del entorno de la plaza y del barrio».

Ante ello, el nuevo Gobierno de PP y Ciudadanos, y concretamente la concejala de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, ha indicado que se paralizará y anulará este proyecto «a petición de los vecinos».

Según ha expuesto García Romero, tras tomar posesión Martínez-Almeida como alcalde de Madrid, fueron los vecinos quienes se pusieron en contacto con ellos para solicitar la paralización de la reforma de la plaza. «A Ahora Madrid se le llenaba la boca diciendo que representaban a la gente pero luego no contaban con ellos», ha criticado.

La concejala de Obras y Equipamientos ha indicado que esta paralización no tendrá coste alguno dado que el proyecto todavía no se había adjudicado, pero que este proyecto se contemplaba en una partida de las inversiones financieramente sostenibles del 2018, que «se perderá».

La Asociación Vecinal de Chueca fue muy crítica con este proyecto, ya que para ellos «se trata de un proyecto caro, casi un tercio de lo que ha costado la reforma de Gran Vía; un diseño no accesible, costoso de mantener y con diseño atractivo para el botellón y vandalismo; incluye la reducción a la cuarta parte de la superficie actual la dedicada a zona infantil; y está diseñada como una plaza auditorio/parking y no como un espacio vecinal».

«El Ayuntamiento, que se jacta de ‘participativo’, no ha contado ni con los vecinos de la plaza ni los del barrio, como ya hiciera con su cambio de nombre, y se encargó, bajo pago, a un arquitecto amigo. El presupuesto ‘desmesurado’ previsto para este proyecto supera los 3 millones de euros, más de lo invertido en reformar 11 calles en el barrio y un tercio de lo ha costado la reforma de la Gran Vía, lo que da un ratio de casi 600 euros por metro cuadrado reformado», criticaron desde la Asociación Vecinal de Chueca.

La Asociación de Vecinos de Chueca pidió al Ayuntamiento, incluido al concejal Calvo y a la alcaldesa Carmena, paralizar este proyecto e iniciar un proceso de diseño conjunto con los vecinos, como se ha hecho en otros proyectos similares en Centro y en otros distritos de la ciudad.

El diseño propuesto «pensado más como para una plaza para el recreo turístico y un fiestódromo que como una plaza para el vecindario, va a convertir irresolublemente una plaza encajada entre edificiosresidenciales en un espacio propicio para el vandalismo urbano y la contaminación acústica que condicionarán la vida de las personas que viven en ella».

«No se entiende que se haga un proyecto de reforma de un espacio urbano para empeorar las condiciones de vida de sus vecinos y vecinas. Queremos que siga siendo una plaza vecinal», reclamaron.

Desde la Asociación Vecinal de Chueca expusieron una serie de las razones por la que no quieren este proyecto:

– Praderas de césped. El proyecto plantea la creación de 5 praderas de césped (del orden de 600 metros cuadrados), muy costosas de mantener para el clima de Madrid y una solución pésima si se le somete a un uso intensivo. Las praderas se instalan sobre alcorques que se cierran con decenas de metros lineales de muros-banco corridos. Su uso, en el contexto de incivismo y vandalismo crónico del espacio y el mobiliario público en el centro de Madrid, resulta altamente propicio a la concentración de botellones y actividades ruidosas, en una plaza clasificada por el propio ayuntamiento de Madrid como de ‘Alta Contaminación Acústica’, y para otros tipos de vandalismo como el graffiti.

– Eliminación de la actual fuente, que tanto se usa como zona de refresco, al contar con una lámina superficial de agua en torno a la cual se sientan los vecinos del barrio, especialmente personas mayores y en épocas de calor… y sustitución por una especie de mono.

– Reducción de un 75% de la superficie para uso infantil – zona de juegos y de acompañamiento – que pasa de tener más de 400 metros cuadrados a ocupar unos raquíticos 100 metros cuadrados – en un barrio con más de 1.500 niños censados en el centro de salud y deficiencias de zonas de recreo infantil – y reubicación junto a la zona de bar-terraza, donde está permitido fumar.

– Un claro diseño de anfiteatro – gran espacio central despejado de obstáculos dispuesto con pendiente a modo de graderío natural inclinado hacia una gran zona despejada en la parte baja del vértice suroeste de la misma – muy propicio para celebración de eventos, celebraciones, aglomeraciones etc.; en una plaza clasificada por el propio ayuntamiento de Madrid como de ‘Alta Contaminación Acústica’; y una superficie para la carga y descarga de camiones y vehículos pesados que ocuparía una superficie de entre 125/150 metros cuadrados y que, aunque no se marca en los planos del proyecto, se aprecia claramente en diferentes infografías del mismo en el vértice suroeste de la plaza.

– Mantiene el quiosco de hostelería y la terraza, una concesión administrativa a un particular que termina en 2020/2021, que no aporta nada al interés general de la plaza y el barrio, y supone una pérdida de 125 metros cuadrados para potencial uso público.

– Eliminación de arbolado adulto, en el que existen numerosos nidos de pájaros.

– Mantenimiento de barreras de accesibilidad, el proyecto incluye tramos con escaleras.

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