- Detenidas 10 personas en Madrid, Alcorcón, Alcalá de Henares, Meco y Azuqueca de Henares (Guadalajara) e intervenidas 48.000 cajetillas de tabaco de 18 marcas distintas.
- La organización contaba con una gran infraestructura para introducir el tabaco en España desde distintos países, utilizando la vía aérea mediante el uso de maletas y la vía terrestre a través de autobuses y camiones.
- Los investigados distribuían tabaco falsificado -reproducciones ilegales de marcas originales- o que carecía de los requisitos legales -precinta fiscal y advertencias sanitarias-.
- El dinero que la organización recibía del contrabando de tabaco era enviado al extranjero, principalmente a Bulgaria a través de correos humanos, y posteriormente ingresado en cuentas españolas para constituir empresas y ocultar la actividad ilegal.
La Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en una operación conjunta con la Policía Municipal de Madrid, han desarticulado una organización criminal internacional dedicada, presuntamente, al contrabando de tabaco y al blanqueo de capitales.
La investigación ha contado la colaboración de los agregados de Interior de España en Bulgaria y de Bulgaria en España. Los agentes han detenido a 10 personas de diferentes nacionalidades en Ciudad Lineal (Madrid), Alcorcón, Alcalá de Henares, Meco y Azuqueca de Henares (Guadalajara), y han intervenido 48.000 cajetillas de tabaco de distintas marcas.
La organización contaba con una gran infraestructura para introducir el tabaco en España, desde distintos países, utilizando la vía aérea -mediante el uso de maletas- y la vía terrestre a través de autobuses y camiones.
Además, los investigados distribuían tabaco falsificado, es decir, reproducciones ilegales de marcas originales sin el consentimiento de sus fabricantes, o que carecía de los requisitos legales (precinta fiscal y advertencias sanitarias).
El dinero que la organización recibía del contrabando de tabaco era enviado al extranjero, principalmente a Bulgaria, mediante correos humanos, y posteriormente ingresado en cuentas españolas para constituir empresas y ocultar la actividad ilegal.
Un grupo criminal de origen búlgaro asentado en España
La investigación se inició en noviembre de 2017 cuando los agentes detectaron un establecimiento de Madrid donde se vendía cajetillas de tabaco sin contar con las habilitaciones legales necesarias. Presuntamente, las personas que regentaban dicho local almacenaban el tabaco en un inmueble de Madrid y, posteriormente, lo trasladaban al establecimiento desde dos vehículos.
Cuatro meses después, los agentes tuvieron conocimiento de que estos individuos trasladaron sus actividades a un establecimiento de alimentación sito en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Tras varias gestiones, los investigadores localizaron una nave, ubicada en esa misma ciudad, en la que guardaban el tabaco que posteriormente era comercializado.
A partir de ese momento, se inició una investigación conjunta entre Policía Nacional, Policía Municipal y Vigilancia Aduanera que se centró en determinar el lugar de procedencia del tabaco y las personas responsables de su introducción en España.
Con el avance de la investigación, los investigadores tuvieron conocimiento de que uno de los miembros de la organización podría haber viajado a Estados Unidos utilizando documentación falsa y que, además, contaría con numerosos contactos en diferentes ámbitos delictivos. En verano de 2018 los agentes realizaron una inspección en el local de alimentación de Alcalá de Henares e intervinieron numerosas cajetillas de tabaco de diferentes marcas.
Todas las gestiones practicadas hasta el momento apuntaban a la existencia de una organización criminal de origen búlgaro asentada en España. Sus miembros se dedicarían a desarrollar actividades, presuntamente delictivas, constitutivas de delitos de contrabando, contra la propiedad industrial, blanqueo de capitales, usurpación de estado civil y pertenencia a organización criminal.
Gran infraestructura para introducir el tabaco en España
Los agentes determinaron que la actividad de comercio ilícito de tabaco, llevada a cabo por la organización criminal, se venía desarrollando de manera continuada, permanente y concertada desde hacía años. Asimismo, observaron que existía un claro reparto de tareas entre sus miembros.
En este sentido, la organización contaba con los recursos necesarios para llevar a cabo la adquisición y venta del tabaco, así como para el posterior blanqueo de los beneficios obtenidos mediante la transferencia de dinero al extranjero y la adquisición de inmuebles, o creación de empresas, en España.
Los investigados contaban con una gran infraestructura para introducir el tabaco en España desde distintos países. Lo hacían por vía aérea –ocultándolo en maletas-, por vía terrestre, utilizando autobuses y camiones, e incluso se habían planteado introducirlo en contenedores, por la vía marítima, llegando a crear una empresa al efecto.
Distribuían tabaco falsificado o carente de los requisitos legales y ocultaban su verdadera identidad
La organización distribuía tabaco falsificado, es decir, reproducciones ilegales de marcas originales sin el consentimiento de sus fabricantes, o que carecía de los requisitos legales –precinta fiscal y advertencias sanitarias-.
Además, sus miembros eran titulares de vehículos, bienes muebles, fincas rústicas, cuentas bancarias y empresas, sin justificar ingreso alguno que proceda de otra actividad que no sea la delictiva. También constituían empresas, que mantenían durante un tiempo prudencial, de las que posteriormente se deshacían para no levantar sospechas.
Asimismo, para ocultar su verdadera identidad, los investigados se escondían bajo identidades falsas; en unas ocasiones usurpadas y, en otras, inventadas. Las utilizaban para suscribir contratos de arrendamiento de almacenes para el tabaco, así como para crear empresas de venta de diferentes productos y para pagar suministros de energía.
Uno de sus miembros era utilizado como testaferro en una de las empresas investigadas, y también para adquirir varios inmuebles o llevar a cabo la apertura de cuentas bancarias que, en realidad, manejaban los líderes de la organización.
Empleaban fuertes medidas de seguridad
La organización enviaba dinero al extranjero mediante correos humanos, principalmente a Bulgaria, para su posterior ingreso en cuentas españolas. De esta forma, trataban de aparentar legalidad en lo que al origen del dinero se refiere.
Además, empleaban fuertes medidas de seguridad, entre las que destaca el uso de varios terminales móviles con diferentes líneas, estando los contratos de dichos teléfonos a nombre de terceras personas. También utilizaban una aplicación de comunicaciones encriptadas y contaban con inhibidores de frecuencia, detectores de radiofrecuencia y placas de matrícula dobladas.
Los investigados contaban con una nave para almacenar el tabaco, lugar donde además vivía el líder, y dos trasteros alquilados en localidades de Madrid. Sus dos principales distribuidores operaban en Getafe y Alcorcón.
10 detenidos y casi 48.000 cajetillas de tabaco, de 18 marcas diferentes, incautadas
Tras casi dos años de investigación, los investigadores realizaron un operativo policial y practicaron cuatro registros domiciliarios, 19 inspecciones en locales comerciales y la detención de 10 personas –cuatro de nacionalidad búlgara, cuatro de nacionalidad española, una de Ucrania y otra de Armenia- en Madrid, Alcorcón, Alcalá de Henares, Meco y Azuqueca de Henares (Guadalajara).
Se incautaron 47.949 cajetillas de tabaco de 18 marcas diferentes, 29.850 euros en efectivo, tres vehículos, dos inhibidores de frecuencia y un detector de radiofrecuencia, entre otros efectos. También se han bloqueado 12 cuentas bancarias e inmovilizado 3 bienes inmuebles.