Los vecinos del centro de Madrid «hartos» de vivir en «un recinto ferial permanente»

Gacetín Madrid

La sucesión de eventos autorizados por el Ayuntamiento de Madrid en los espacios públicos «altera el descanso semana tras semana», denuncian. 

El distrito Centro de Madrid vive desde hace años aquejado por un exceso de ruido nocturno generado por la industria del ocio. El problema es tan grave que al Ayuntamiento no le quedó más remedio en 2012 que declararlo Zona de Protección Acústica Espacial (ZPAE), condición que se ha renovado en 2019 aunque, según critican sus vecinos, «todavía sin adoptar medidas reductoras del ruido lo suficientemente eficaces».

Desde hace algo menos de tiempo –unos dos años- el proceso de turistización del Distrito se ha acelerado de forma alarmante con su manifestación más evidente en el boom de las viviendas de uso turístico (VUT), «sin que el Ayuntamiento haya llevado a cabo una labor inspectora eficaz sobre esta actividad ejercida en la mayoría de las ocasiones –ahora y antes- de forma ilegal».

«No contento con ello, el Ayuntamiento de Manuela Carmena se despide de los madrileños con una traca final de eventos organizados en la vía pública, ruidosos, sin respetar los horarios de descanso y con un carácter cada vez más comercial», denuncian desde la Asociación de Vecinos Cavas – La Latina.

Exponen como ejemplo «la siguiente sucesión de irresponsabilidades»:

  • Celebración de la final de la Champions hace una semana, incluyendo el montaje de un descomunal escenario en la Puerta del Sol y otros muchos chiringuitos en esa misma localización y Plaza Mayor. El partido de fútbol no duró ni dos horas pero los vecinos tuvieron que aguantar el montaje, funcionamiento y desmontaje de los tinglados durante dos semanas, incluyendo el ruido de generadores durante casi toda la noche.
  • Celebración de las Noches del Ramadán esta semana, con conciertos en horario nocturno en días laborables, más los ensayos por las tardes, y que dejan espacios como la Plaza de la Paja llenos de basura.
  • Celebración del Orgullo Gay entre el 28 de junio y el 7 de julio, que literalmente arrasará el barrio de Chueca, como todos los años.
  • Celebración de las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma, estas últimas entre el 14 y el 18 de agosto, produciendo la expulsión automática de los vecinos.

«No importa cuál sea el motivo original de la celebración (deportivo, religioso, reivindicativo), todos los eventos terminan siendo un negocio de alcohol, una tormenta de ruido, una avalancha de basura y una riada de orines», inciden.

Para la asociación vecinal, «la promoción de la cultura y del patrimonio histórico de la ciudad ha pasado a un segundo o tercer plano. Como muestra, basta con ver los paneles informativos sobre la muralla árabe en el parque del Emir Mohamed, totalmente descoloridos por el sol sin que nadie se moleste en renovarlos».

La profusión de rodajes cinematográficos «tampoco tiene nada que ver con la promoción del centro histórico, pues normalmente lo único que se hace es transformar las calles en aparcamiento de los vehículos utilizados para trasladar el material y el personal mientras que el rodaje tiene lugar en interiores».

Los vecinos de Centro «estamos hartos de que se alquile el metro cuadrado de espacio público al mejor postor para que haga negocio saltándose todas las normas básicas de convivencia y sin respetar los derechos y la salud de los vecinos. Estamos hartos de que el éxito de la ciudad se mida en litros de cerveza vendidos».

«¿Qué busca el Ayuntamiento con todo esto?», se preguntan. «Pedimos al Ayuntamiento de Madrid que se lleve de una vez todos estos eventos masivos y comerciales a lugares más apropiados. Ni nuestras casas son hoteles ni nuestras plazas son recintos feriales».

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