Esta semana se han iniciado las obras de restauración y ampliación del edificio histórico Maris Stella, impulsadas por la Junta Municipal de Usera. Con un importe de adjudicación de 2.749.564 euros, la empresa REHAC será la encargada de ejecutar el proyecto de restauración y ampliación del edificio en un plazo estimado de 16 meses.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó en noviembre del año pasado una transferencia a la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) de 2.457.068 euros para la financiación, mediante el Fondo de Reequilibrio Territorial (FRT).

Este presupuesto se sumaba a los 1.750.000 euros que ya se transfirieron a esta empresa municipal en 2016 y 2017 a través del FRT para las obras de restauración y ampliación de la antigua iglesia rota. En total, 4.207.068 euros destinados a la licitación de obra a fin de convertir el inmueble en el nuevo Centro de Interpretación Ambiental del Parque de Pradolongo.

Proceso participativo

De octubre a diciembre de 2016, alrededor de 350 personas de asociaciones, colectivos y centros educativos del distrito de Usera trabajaron en más de 20 talleres de deliberación y construcción colectiva para establecer las líneas generales tanto del diseño arquitectónico como de los futuros usos de Maris Stella.

Así, gracias al proceso participativo lanzado por la junta de distrito de Usera, los servicios técnicos de la EMVS pudieron sumar a las bases iniciales del proyecto las aportaciones de la ciudadanía, que decidió que el edificio se convirtiese en un espacio de interpretación ambiental.

En él está previsto que se lleven a cabo actividades medioambientales que incluyen: formación orientada al empleo de jóvenes en esta rama, promoción de itinerarios del parque, historia y naturaleza del entorno, sala de proyección y exposiciones, talleres, laboratorio y biblioteca de medioambiente, así como otros eventos culturales y sociales.

El proyecto final abarca la actuación sobre una superficie total de 3.566,00 metros cuadrados y la construcción de dos pabellones, uno de 690,24 metros cuadrados y otro de 320,80 metros cuadrados, además de la reconstrucción del pabellón histórico con 611,60 metros cuadrados, y contempla cuatro ejes principales:

  • Restauración de los valores estéticos de la iglesia. Para ello, el edificio histórico se convertirá en una sala diáfana, bien iluminada y con excelente acústica, la cual será principalmente destinada a espacio museístico, expositivo o escenario de eventuales recitales y oficina informativa.
  • Demolición completa del edificio en ruinas y construcción de un nuevo pabellón energéticamente sostenible, polivalente y flexible, en el que se realizarán talleres, cursos, reuniones, etc.
  • Sustitución del actual almacén de piraguas por la construcción de un edificio de dos plantas como dotación de uso deportivo y recreativo. La planta sótano contará con vestuarios y espacio cubierto para usos varios, con acceso desde la zona del lago y la planta baja será una cafetería, con entrada principal desde la gran plaza central de la parcela.
  • Adecuación del espacio libre circundante, mejorando la pavimentación e iluminación de los accesos y construyendo zonas ajardinadas, con espacios cubiertos y una gran plaza de usos varios, donde poder albergar tanto clases al aire libre, como representaciones o proyecciones de cine.

Durante la adjudicación del proyecto, la Junta de Usera realizó intervenciones temporales de acondicionamiento del acceso a la parcela por valor de 177.903 euros para el desbrozado de la zona y vallado del perímetro, sobre las que ahora se llevarán a cabo las actuaciones definitivas de acuerdo con el proyecto final de obra.

Emblema de Usera

Emblema del distrito de Usera, Maris Estella ha sido utilizada desde su construcción entre 1920 y 1930 como templo, comedor, dispensario de salud y hasta escuela para los hijos e hijas de los trabajadores y trabajadoras que iban llegando al barrio de Orcasitas desde otras regiones de nuestro país. Ya entonces era conocida  como la iglesia rota, ya que en su cúpula de pizarra se pudieron ver, antes de las obras de acondicionamiento, los agujeros provocados por los bombardeos de la Guerra Civil.

Pese a encontrarse hasta hace muy poco abandonado, se trata del único edificio con valor patrimonial de la zona y desde los años ochenta forma parte del Catálogo de Edificios Protegidos de la Ciudad por su gran valor simbólico para el barrio. La reutilización y rehabilitación de la iglesia es una reivindicación del vecindario, entre los que destacan la Asociación de Vecinos de Orcasitas y la plataforma Pradolongo se mueve.