Jonás Aragoneses Molpeceres fue alcalde de Hortaleza durante la Segunda República desde el 26 de septiembre de 1933 al 14 de mayo de 1934, y ahora el barrio le recuerda con un jardín que llevará su nombre. El pleno del distrito aprobó el pasado 19 de junio por mayoría la propuesta del PSOE y este jueves la Junta de Gobierno ha dado luz verde. Además, va a asignar el nombre de ‘Parque Huerta de la Salud’ al espacio ubicado en la calle Mar de las Antillas, entre los números 8 y 10.

‘Los Jardines del Alcalde de Hortaleza Jonás Aragoneses Molpeceres’ estarán ubicados en la zona verde trasera de los edificios de la calle Santa Virgilia, entre los números 6 al 14, y frente a las edificaciones del vial Mar Menor, desde el 21 al 25 y del 26 al 38.

Precisamente Hortaleza significa lugar donde abundan las huertas. Fundado en el siglo XIII, lo que ahora es un distrito fue un pueblo agrícola con apenas unos cientos de habitantes hasta que en el siglo XIX se crearon las industrias alimentarias derivadas de la agricultura y la ganadería.

Parque de Huerta de la Salud

Con el objetivo de recordar estos orígenes, la Junta aprobó por mayoría la propuesta socialista de asignar el nombre de ‘Parque de Huerta de la Salud’ a la zona verde numerada con los números 8 y 10 de la calle del Mar de las Antillas. En concreto es el espacio ubicado entre el Centro Municipal de Mayores, el Centro Cultural y la Biblioteca Pública Municipal, todos ellos con el nombre de ‘Parque Huerta de la Salud’.

Una de las huertas más importantes fue la llamada Huerta de la Salud, creada por Pedro Tovar a fines del XIX sobre lo que fue la Quinta del Cristo de la Salud, que en el siglo XVIII pertenecía a los Duques de Frías. El notario y empresario Tovar edificó construcciones agropecuarias muy avanzadas para su época, como el enorme silo de hormigón para almacenar el grano, levantado en 1928.

Tras unos años de abandono, en los que gran parte de la huerta fue engullida por la nueva ciudad-dormitorio, en los años ochenta se ajardinó lo que quedaba de la Huerta y se creó un centro socio-cultural de barrio. De las antiguas construcciones apenas queda la puerta y el silo, que durante unos años ha sido utilizado para realizar exposiciones.