Seis calles situadas en el entorno de la plaza de Olavide, en el distrito madrileño de Chamberí, serán remodeladas para facilitar el acceso y circulación de los vehículos de emergencia, y para aumentar la seguridad y accesibilidad de los peatones. Las obras dieron comienzo este lunes, 10 de septiembre.

Con un presupuesto 582.178 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, la actuación tiene como finalidad conseguir un doble objetivo. El primero y principal consiste en garantizar la anchura mínima de calzada para asegurar el acceso a los servicios de emergencias a todos los edificios, algo que con la configuración actual no está garantizado.

El segundo objetivo es mejorar la calidad ambiental del entorno de la plaza de Olavide, un lugar que es el núcleo del barrio y referente de sociabilización de esta zona. La plaza está formada por una corona circular dentro de la cual se ubican zonas infantiles y estanciales. Su superficie interior supera escasamente el 60% de la global, pero concentra la totalidad de la zona de estancia.

En cuanto a la corona circular exterior, está ocupada en su práctica totalidad por las terrazas y los carriles de tráfico rodado que perviven. Además se observa que los tramos más próximos a la plaza se utilizan como estacionamiento de vehículos, lo que resta más espacio al peatón.

El proyecto que se va a ejecutar convertirá en espacios peatonales los tramos próximos a la plaza de las calles en las que se actúa, de modo que se perciban como antesalas de la misma. En estos espacios se restringirá la circulación permitiendo el acceso a garajes de residentes, carga y descarga en los horarios que se determine, emergencias y mantenimiento municipal.

Esta reconfiguración se lleva a cabo mediante medidas complementarias como el cambio de sentido del tráfico en la calle Quesada y medidas blandas de señalización en las calles de Santa Feliciana y Gonzalo de Córdoba.

Zonas de coexistencia

Los nuevos espacios alrededor de la plaza se proyectan como zonas de coexistencia, es decir, con todo el pavimento al mismo nivel. Se formarán tres áreas según el uso y se diferenciarán mediante la pavimentación. La primera está destinada al tránsito peatonal, con anchura  de al menos dos metros para asegurar la accesibilidad peatonal.

La segunda alberga el arbolado, existente o de nueva plantación y la instalación de bancos, incorporándose como área estancial a la trama urbana. Por último, y por necesidades de evacuación y seguridad, se proyecta una franja de, al menos, 5,50 metros de anchura que se mantendrá sin obstáculos en todo momento.

Calle Jordán

El primer tramo junto a la plaza se convertirá en zona de coexistencia, donde se plantarán cinco nuevos ejemplares de peral de flor y se ubicarán ocho bancos. Anexa a esta zona se reubicará la reserva de aparcamiento actual.

En el resto de la calle hasta llegar a Cardenal Cisneros se mantiene la sección, ya que cuenta con una acera de ancho superior a 1,80 metros (acera par). Se opta no modificar el ancho de la calzada a fin de permitir la salida de los vehículos de los garajes existentes.

Entre Cardenal Cisneros y Fuencarral se ampliará la acera par, dando continuidad al itinerario accesible y las zonas reservadas de aparcamiento se trasladarán a la banda impar, mientras que se formará un entrante que asegure la parada reservada al centro de mayores existentes.

Murillo-Sagunto

La calle Murillo, con apenas 40 metros de longitud, discurre entre la plaza de Olavide y el inicio de la calle Sagunto. Es de un solo sentido de circulación. En ella se aumentará el espacio peatonal uniendo la calle a la plaza y limitando el movimiento de vehículos  en la misma a los de emergencia, mantenimiento y carga y descarga.

La calle Sagunto, con sentido único, discurre entre la calle Santa Engracia y la calle Murillo, con aparcamientos en línea a ambos lados, lo que deja una anchura de calzada de apenas 2,20 metros, insuficiente para permitir el paso de vehículos de emergencia.

Por ello, se eliminará una banda de aparcamiento y se repartirá el espacio obtenido en ampliar aceras y calzada. En este tramo se plantarán seis nuevos ejemplares de peral de flor y se instalarán seis bancos.

Palafox y Olid

En la calle Olid, con configuración actual igual a la de Sagunto, se actuará de forma similar que a dicha calle. La calle Palafox, en el tramo que discurre entre la plaza de Olavide y la calle Olid no tiene salida de vehículos a través de la plaza, por lo que se ha convertido en un verdadero fondo de saco que solo funciona como bolsa de aparcamiento y zona de carga y descarga.

La actuación prevista para esta calle consistirá también en ganar espacio para el peatón, limitando el paso de vehículos. En este tramo se plantarán ocho nuevos ejemplares de peral de flor y se instalarán ocho bancos.

Raimundo Lulio

Las obras crearán una plataforma peatonal de coexistencia en el tramo inicial de Raimundo Lulio, ya que con anterioridad a la redacción de este proyecto se ejecutaron obras de ampliación de calzada similares a las incluidas en este proyecto. Con la intención de unificar las calles se convertirá en zona de coexistencia hasta la calle Garcilaso.