El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Políticas de Género y Diversidad, acordó en sesión plenaria de junio de 2017 crear un Comité de Crisis cada vez que se produce un homicidio por violencia machista en Madrid y que éste lleve el nombre de la víctima.

El pasado 5 de abril de 2018, tras el asesinato de Dolores Vargas por parte de su pareja, se constituyó el segundo Comité de Crisis, que ya ha concluido y ha extraído sus conclusiones. Entre ellas, la principal es «la necesidad de mejorar la detección temprana de la violencia machista desde las administraciones, ya que la mayoría de las mujeres que la sufren no la denuncian».

En los antecedentes de Dolores Vargas Silva no constaba que hubiese interpuesto ninguna denuncia por violencia de género ni que contara con ninguna medida de protección, aunque existían diligencias judiciales abiertas en un Juzgado de Violencia de Género por denuncia de un tercero. Pero sí que había acudido a los Servicios Sociales.

Por tanto, con este caso, «se ha aprendido lo importante que es redoblar los esfuerzos y que los equipos de Servicios Sociales cuenten con las herramientas adecuadas para identificar una situación de violencia machista».

Dolores Vargas Silva fue asesinada por su pareja el 24 de marzo de 2018. Tenía 41 años y era vecina del distrito de Carabanchel.

Reunión con la Mesa de Gitanas por la Igualdad

Se ha expresado también la necesidad de «establecer un protocolo de detección, derivación y coordinación entre los Servicios Sociales y la Red municipal de recursos especializados en violencia de género. Un aspecto muy importante es la identificación de situaciones de riesgo y la derivación de los casos de la manera más eficaz para garantizar su protección y salida de la violencia».

La iniciativa de crear estos Comités de Crisis, aprobada por unanimidad en el Pleno, fue una proposición conjunta de los grupos municipales Ahora Madrid y PSOE. El objetivo de los Comités es «poner en común la información de la que disponen todos los recursos públicos implicados para mejorar los mecanismos de atención y prevención de la violencia machista en base al caso estudiado, así como el análisis de las circunstancias específicas de la familia con el objetivo de proporcionar el apoyo y la ayuda necesarias, y, por último, establecer, de acuerdo con las familias, medidas de reparación y memoria de las víctimas».