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Más de 40.000 madrileños padecen actualmente de enfermedad inflamatoria intestinal (Crohn y colitis ulcerosa)

Gacetín Madrid
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En España, aproximadamente la mitad de los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) no alcanza el control completo de esta patología caracterizada por la inflamación crónica del tracto gastrointestinal y que a su vez comprende la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

En concreto, en la cohorte española que incluyó 396 pacientes (196 de EC y 200 de CU), en el caso de los pacientes con enfermedad de Crohn este porcentaje se sitúa al 53,1% (104 de 196) y en colitis ulcerosa en un 41,5% (83 de 200). Esta es una de las principales conclusiones del estudio IBD PODCAST, un estudio internacional transversal, retrospectivo y multicéntrico publicado recientemente en la revista científica Digestive Diseases and Sciences. Estos datos coinciden con los datos observados en el análisis conjunto de todas las poblaciones del estudio que incluye un total de 10 países (Austria, Bélgica, Canadá, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, España, Turquía y Reino Unido).

En palabras de Dra. Maribel Vera, Jefa de sección de la Unidad de EII en el Servicio de Gastroenterología y Hepatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid), “los resultados del estudio son muy interesantes dado que reflejan un control inadecuado de la enfermedad en aproximadamente la mitad de los pacientes tratados a pesar del uso de terapias avanzadas en un porcentaje elevado de los casos. Esto nos llevaría a replantear cambios en nuestra práctica clínica, tales como una mayor aplicación de técnicas objetivas en la valoración de la respuesta al tratamiento, como la endoscopia o la ecografía intestinal”.

Una percepción compartida por la Dra. Rocío Plaza del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid), para quién “claramente debemos mejorar, monitorizar de forma más estrecha y adoptar los cambios necesarios en los pacientes que no están bien controlados, ya que esto tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes a largo plazo”.

El estudio, impulsado por la compañía biofarmacéutica AbbVie, tiene como objetivo estimar en un entorno de práctica clínica real la proporción de pacientes con EII que no alcanzan el control de la enfermedad y su efecto en su calidad de vida. Para ello, realiza un análisis de cómo se monitoriza y se trata la EII y hasta qué punto se alcanzan los objetivos de STRIDE-II.

“Cada vez disponemos de más herramientas de monitorización como la ecografía intestinal o la calprotectina fecal que facilitan el seguimiento de la enfermedad de forma no invasiva. A pesar de ello, las utilizamos menos de lo que deberíamos, por lo que en algunos pacientes no somos capaces de detectar ese control subóptimo. Somos muy conscientes de que, de acuerdo con STRIDE II, la normalización de parámetros analíticos o clínicos a corto y medio plazo es importante en los resultados a largo plazo, y que debemos ser ambiciosos e intentar conseguir la curación mucosa”. añade Dra. Plaza.

Se estima que en España cerca del 1% de la población tiene Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) 3 que tal y como señala la Dra. Plaza “Según datos de Ministerio de 2019, la prevalencia de EII en la Comunidad de Madrid sería del 0.6-0.7%, por tanto, calculando de manera indirecta serían unos 40.000 pacientes”. La EII comprende la Enfermedad de Crohn (EC) y Colitis Ulcerosa (CU). Aunque ambas se caracterizan por la inflamación crónica del tracto gastrointestinal y el alto efecto que tienen en la calidad de vida, se diferencian por la zona del aparato digestivo a la que afectan, ya sea el intestino delgado y colon en el caso de la EC o el intestino grueso en CU.

Innovación y objetivos terapéuticos ambiciosos, clave en el abordaje de la EII

En palabras del Dr. Fernando Gomollón, profesor de Medicina en la Universidad de Zaragoza y jefe de Sección de Enfermedad Inflamatoria Intestinal en el Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, y coordinador de este estudio en España, “los resultados de este estudio son significativos, ya que una gran proporción de los pacientes incluidos en el estudio IBD PODCAST son tratados con terapias avanzadas”. El 72,7% de los pacientes con EC y el 40,9% de los pacientes con CU que participaron en el estudio estaban siendo tratados actualmente con terapias avanzadas.

“Actualmente intentamos seguir estrategias cada más personalizadas, con ayuda de biomarcadores en sangre, en heces, factores genéticos del paciente, hallazgos endoscópicos o ecográficos, que nos permiten elegir el mejor tratamiento para cada paciente en cada momento de su enfermedad”, precisa la Dra. Plaza. Junto a la innovación, el tiempo también es un factor clave en el manejo de la EII, tal y como remarca la Dra. Vera “la ventana de oportunidad es un concepto que implica la realización de un diagnóstico y un tratamiento precoces en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal con el objeto de detener la progresión de la enfermedad”.

El estudio además demostró un uso excesivo de corticoides, un resultado que se confirma con la reciente publicación de la cohorte española de otro estudio internacional, DICE CAPTURE[vii], entre cuyos autores también se encuentra el Dr. Gomollón, donde se concluyó que, en España, el 31% de los pacientes que reciben corticoides acaban siendo corticodependientes. Dentro de este porcentaje, el 86% tienen una actividad de la enfermedad de moderada a grave. Como señala el Dr. Gomollón “eso significa que el uso a largo plazo de corticoides sigue siendo común en la práctica, lo que podría resultar en efectos secundarios evitables y en una falsa sensación de control de la enfermedad, pues esta supuesta estabilidad que presentan los pacientes no es porque estén en remisión, sino por el uso continuado de corticoides con el riesgo que ello conlleva”

Por otro lado, el estudio IBD PODCAST también reflejó que un gran porcentaje de pacientes no logran la curación mucosa, objetivo terapéutico clave a largo plazo según la reciente recomendación STRIDE-II, al asociarse con mejores resultados prolongados en el tiempo y reducción del daño intestinal.

Tal y como explica el Dr. Gomollón “a pesar de estar siendo tratados, el hecho de que no alcancen el control de la enfermedad resalta la necesidad de hacer una monitorización más estrecha y seguir contando con opciones terapéuticas que nos permitan alcanzar objetivos más exigentes como la curación mucosa para mejorar la calidad de vida de los pacientes”

Un aspecto relevante, ya que no alcanzar la curación mucosa se asocia a un mayor riesgo de complicaciones debido a la progresión de la enfermedad, ya sea pérdida en su calidad de vida, progresión de la enfermedad o aparición de manifestaciones extraintestinales (MEIs).

De hecho, 1 de cada 3 personas con EC y 1 de 4 con CU que no alcanzaron el control de la enfermedad presentaban lesiones o alteraciones fuera del tracto gastrointestinal, MEIs, siendo las más comunes psoriasis, artritis periférica y artritis axial.

Una afectación importante de la calidad de vida

El estudio IBD PODCAST también aborda aspectos relacionados con la calidad de vida, para ello se utilizaron diferentes cuestionarios que permitieron evaluar items relacionados con la carga de la enfermedad, el dolor (tanto articular como abdominal) o la urgencia fecal, entre otros.

En lo que respecta a cómo afecta en la calidad de vida, los pacientes con EC y CU que no alcanzan un control de su enfermedad mostraron una menor calidad de vida, más acentuada en los pacientes de colitis ulcerosa, donde además la evaluación de la urgencia fecal reveló que 1 de cada 3 pacientes con colitis ulcerosa (en concreto el 33.2%) no podían contener las heces durante al menos 15 minutos o reportaron modificaciones en sus actividades para asegurarse de que hubiera un baño cerca.

A su vez, estos pacientes mostraron una afectación significativa en las actividades diarias además de en aspectos como el cansancio o fatiga, el dolor, el sueño o el estado emocional.

Finalmente, el estudio también demostró un mayor consumo de recursos sanitarios y costes directos, especialmente en el caso de CU, así como una pérdida de productividad laboral en aquellos pacientes que no alcanzan el control de su enfermedad en comparación con aquellos con aquellos que sí lo alcanzaron.

En cuanto a la productividad laboral, las diferencias en las puntuaciones medias de absentismo, presentismo e impedimento de actividad en pacientes con EII fueron significativamente mayores en pacientes que no alcanzan un control adecuado de su enfermedad en comparación con aquellos que sí lo alcanzaron.

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