El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante ha visitado hoy el parque forestal de Entrevías, donde están finalizando los trabajos de control y reducción de la oruga procesionaria que se llevan a cabo en los parques y zonas verdes de la ciudad. Estas labores comienzan en verano y continúan hasta finales de febrero, momento en el que las orugas comienzan su descenso de los árboles donde se encontraban sus nidos, para enterrarse en el suelo y comenzar su metamorfosis, que finalizará con la emergencia de los insectos adultos (mariposas).
Las sucesivas campañas realizadas por el Ayuntamiento en años anteriores han tenido una repercusión directa en el descenso del número de nidos retirados en la presente campaña, en la que se ha pasado de los 65.000 “bolsones” recogidos en 2022 a los 13.836 retirados durante enero y febrero del presente año, lo que supone una reducción del 78,7%. Esta disminución se debe a la importante actuación que se desarrolló en 2022, que ha permitido rebajar los niveles de plaga de forma importante en la ciudad.
Estas actuaciones se llevan a cabo en zonas verdes y parques de titularidad municipal repartidos por los 21 distritos, centrándose en lugares donde proliferan ejemplares de pinos y cedros, siendo más intensas en zonas con mayor número de ejemplares de estas especies, como son los parques forestales: Casa de Campo, Dehesa de la Villa o la Finca de Tres Cantos, así como en las masas de este tipo de arbolado existentes en los parques de barrio: pinar de la Elipa, pinar de San José, parque de la Ventilla, etc.
Los trabajos se realizan con especial incidencia en zonas infantiles y estanciales y en entornos de centros escolares. Las labores están enmarcadas en los vigentes contratos de conservación, mantenimiento y limpieza de las zonas verdes y arbolado viario de la ciudad de Madrid y de parques y viveros.
Respeto por el medio ambiente
El tratamiento de esta plaga es llevado a cabo mediante técnicas respetuosas con el medio ambiente y consta de cuatro fases. La primera de ellas se realiza durante los meses de verano y consiste en la colocación de trampas con feromonas, que atraen y capturan a algunos ejemplares macho de la mariposa de la procesionaria. De esta manera se evita el apareamiento de la mariposa hembra y se reduce por tanto la puesta de huevos que dan lugar a las orugas. En la presente campaña se ha procedido a la colocación de 4.423 trampas de este tipo en las zonas verdes municipales.
Entre octubre y noviembre se tratan determinados árboles con endoterapia, introduciendo productos fitosanitarios autorizados en la savia de los árboles a través de pequeños orificios de manera que lleguen a las hojas de las que se alimentan las orugas y estas mueran. Esta técnica ha sido aplicada en un total de 3.829 ejemplares, únicamente los que presentan dificultades para su compleja accesibilidad, por su altura o por su ubicación dentro de patios interiores o zonas cerradas.
La retirada de los nidos de este insecto se hace durante enero y febrero. Estos “bolsones” se encuentran en las copas de los árboles, y se realiza con tijeras de pértiga o plataformas de poda, siendo este tipo de actuación la que presenta una mayor efectividad en las tareas de eliminación de este insecto y en la que se realiza un mayor esfuerzo.
Como fase final del tratamiento de esta plaga, durante febrero se procede a la colocación de anillos perimetrales alrededor de los troncos de los árboles, impidiendo el descenso de las orugas al suelo e imposibilitando la formación de las procesiones de orugas. En la presente campaña se han colocado 1.540 anillos de estas características.
El trabajo llevado a cabo por el Ayuntamiento fomenta la biodiversidad favoreciendo las poblaciones de pájaros insectívoros, como son el herrerillo o el carbonero, que depredan las orugas de la procesionaria, convirtiéndose en un elemento más en la lucha contra este insecto.
Recomendaciones a la ciudadanía
El Ayuntamiento recuerda que hay que evitar la manipulación de las orugas e, incluso, acercarse a ellas. La curiosidad propia de menores y mascotas respecto al peculiar comportamiento de las orugas en procesión puede hacer que se aproximen a ellas llevando incluso a su manipulación directa y las orugas, al sentirse amenazadas, pueden desprenderse de ciertos “pelos” con capacidad urticante y producir lesiones en los ojos, piel, mucosas, etc.
Es importante que los más pequeños conozcan su apariencia y así evitar que manipulen o se aproximen a estos insectos. Para ello se les puede mostrar imágenes o fotografías y explicarles los riesgos que conlleva el acercarse tanto a los bolsones como a las propias orugas una vez que se encuentran en el suelo, especialmente en los meses de diciembre a marzo, ya que en sus estadios finales resultan sumamente urticantes.
Si un ciudadano ve orugas procesionarias, el Ayuntamiento recomienda no entrar en contacto con ellas y dirigirse a los servicios municipales a través del teléfono gratuito 010, para que se lleven actuaciones en la zona afectada en caso de que ésta sea de titularidad municipal. Si el parque es privado, contactará con sus responsables para que intervengan.
1 Actualizada:
Todavía no han terminado, hay zonas que se han dado aviso hace más de una semana y todavía siguen los nidos