CSIF denuncia el plan de la Comunidad de Madrid para revisar los nuevos libros de texto

Gacetín Madrid

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, ha denunciado el plan anunciado por la Comunidad de Madrid por el cual el Servicio de Inspección Educativa va a revisar los libros de texto del próximo curso 2022-23.

«Una vez más, nuestra presidenta autonómica hace un anuncio sorpresa donde avisa de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid va a realizar una revisión de “forma pormenorizada y urgente” del contenido de los nuevos libros de texto para el curso que viene. Como decimos, de esta revisión se encargará, a través de un plan especial, el Servicio de Inspección Educativa», señalan. Para Isabel Díaz Ayuso, esta revisión se va a llevar a cabo para evitar “el adoctrinamiento” y retirar todos aquellos textos que contengan material sectario.

«Obviamente, las leyes educativas permiten a cada Comunidad Autónoma diseñar un porcentaje del currículum total. Ahí debería terminar el trabajo de la Comunidad de Madrid, ya que, como viene indicado en la Disposición Adicional Cuarta de la Ley Orgánica de Educación (LOE), “la edición y adopción de los libros de texto y demás materiales no requerirán la previa autorización de la Administración educativa”, exponen.

El problema, añaden, «justo radica aquí, al encargar al Servicio de Inspección Educativa el ejercer de censores ideológicos al servicio de la Comunidad de Madrid. Además, hay que tener en cuenta la sobrecarga de trabajo que conlleva esta decisión, sin olvidar los problemas de conciencia que acarrea esta medida».

En CSIF Educación Madrid «nos surgen varias preguntas al respecto:

  • Más allá del respeto a los valores constitucionales, ¿cuáles son las ideologías que deben desarrollarse en los libros de texto?
  • ¿Debe prohibirse un contenido en un libro de texto porque hable por ejemplo, de la homosexualidad, o porque hable de mujeres científicas?
  • ¿Cuál es la autoridad moral de un inspector para prohibir un libro seleccionado por un claustro en función de supuestas tendencias ideológicas?
  • ¿Cada inspector podrá informar sobre los libros de acuerdo a su propia ideología o va a existir una lista de temas prohibidos?
  • ¿Qué consecuencias tendrá para los inspectores mostrarse a favor o en contra de determinados temas que, lo queramos o no, siempre van a tener una carga ideológica? ¿Serán penalizados por defender o atacar según qué ideologías?
  • ¿Qué pasará entonces cuando un día cambie de signo el gobierno de la Comunidad de Madrid?
  • ¿Van a disponer los inspectores de un catálogo de «temas prohibidos»? ¿Va a ser público ese catálogo?«

«Ni que decir tiene que esta medida no ayuda en los centros, sino todo lo contrario, ya que aumenta la incertidumbre de cara al inicio de curso que viene», señalan desde CSIF. «En nuestra opinión, el libro de texto es una de las muchas herramientas que puede usar un docente. Esta inaceptable simplificación de la labor docente no significa que el profesor vaya a impartir todo lo que viene en un libro o que vaya a usar únicamente lo que sale en ese libro».

Por todo ello, y «por las implicaciones que este tema puede tener de cara al curso que viene, exigimos una reunión sectorial para discutir y aclarar todos estos temas y garantizar que el Servicio de Inspección se dedique a lo que realmente tiene que dedicarse, que es a ayudar al docente y a los equipos directivos en su labor diaria con el asesoramiento y la supervisión necesaria, sin que las ideologías, sean cuales sean, influyan ni contaminen».

CSIF Educación Madrid, como sindicato independiente de educación, recuerda «la necesidad de un Pacto de Estado en nuestro sector para evitar estas decisiones y las dudas que provocan, que, a nuestro juicio, no ayudan en nada en la práctica docente».

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