La Fiscalía de Madrid pide 4 años de cárcel para la viuda y dos hijos de Kike Sarasola por fraude

Gacetín Madrid

El área de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid solicita cuatro años de prisión para Cecilia Marulanda Ramírez, Fernando Sarasola Maralunda y Enrique Sarasola Maralunda por un delito contra la Hacienda Pública relativo en el caso de la mujer al Impuesto sobre Renta de las Personas Físicas correspondiente a 2002 y en el caso de los dos hombres al Impuesto de Sucesiones.

El representante del Ministerio Público reclama a la viuda de Enrique Sarasola Lerchundi  en concepto de responsabilidad civil 2.379.758,53 euros mientras que a sus hijos la cantidad asciende a los 916.452,10 euros cada uno. Además, les exige el pago de una multa que en el caso de la madre es de diez millones de euros y en el de los hijos de ocho millones (cuatro cada uno).

El escrito de acusación sostiene que hasta el 2 de noviembre de 2012, fecha en que fallece Enrique Sarasola Lerchundi, la sociedad Hipódromos y Caballos S. A, domiciliada en Madrid y cuyo patrimonio neto declarado en el 2001 ascendía a un total de 26.354.560,29 euros,  pertenecía al fallecido y a sus dos hijos en las siguientes cuotas de participación: el 32,24 % de las acciones a Enrique Sarasola Lerchundi;  el 13,80% a cada uno de sus hijos Fernando y Enrique, y  el 40,04% a la sociedad Azulintas BV, sociedad domiciliada en Holanda, la cual está participada al 100% por la sociedad Scoupe International N.V., sociedad domiciliada en Curacao (Antillas Holandesas).

Esta mercantil, a su vez, pertenecía en última instancia a Enrique Sarasoola Lerchundi y Cecilia Marulanda Ramírez, casados en régimen de gananciales. De manera que a través de esta estructura “opaca” compuesta por dos sociedades holandesas la familia Sarasola detentaba el cien por cien de las acciones de Hipódromos y Caballos SA, al ser ambos  las personas que en última instancia eran propietarios de Azulintas BV.

A su muerte Enrique Sarasola Lerchundi dispone que el certificado de las acciones al portador de Scoupe Internaional NV se quedara bajo la custodia de la Fundación Lyonmar, fundación panameña constituida a instancias suyas  por  la madre y abuela, respectivamente, de los acusados, “con el fin de  ocultar parte de su patrimonio y de articular el traspaso de sus activos a sus herederos a su muerte”.

De este modo dispuso que a su fallecimiento, el Protectorado de dicha Fundación, que hasta entonces era ejercido por él a través de la sociedad Ficavi Holding SA, pasara a estar compuesto por su esposa y dos hijos, quienes podían así disponer libremente de todos los bienes y activos de la Fundación, entre los que se encuentran las acciones de Hipódromos y caballos SA titularidad de Azulintas- Scoupe.International NV.

De manera que al fallecimiento de Enrique Sarasola Lerchundi, sus hijos Fernando y Enrique pasaron a  ser propietarios de la mitad de ese 40,04 por ciento que correspondía a su padre de participación en Hipódromos y Caballos SA  a través de la estructura Azulintas-Scoupe Internarional NV, cuyo valor neto ascendía  para cada uno a 2.661.810,59 euros. “Ninguno de los acusados declaró la adquisición de estas acciones a título de herencia en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, habiendo ambos renunciado formalmente a la herencia de su padre en territorio español”, advierte el fiscal.

Por su parte, Cecilia Marulanda Ramírez no declaró en su IRPF de 2002 la mitad que le correspondía de ese 40,04 por ciento de participación en Hipódromos y Caballos a través de la citada estructura Azulintas- Scoupe, y cuyo valor neto ascendía a 5.323.621,18 euros.

Así las cuotas defraudadas a la Hacienda Pública ascienden a 916.452,10 euros en el Impuesto de Sucesiones por cada uno de los hijos del fallecido. Mientras que la cuota defraudada a la Hacienda Pública por Cecilia Marulanda Ramírez en su IRPF asciende  a 2.379.758,53 euros.

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