Metro y el Museo Thyssen-Bornemisza se unen para fomentar la cultura a través del uso del suburbano

Gacetín Madrid

Metro de Madrid, empresa pública de la Comunidad de Madrid, y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza colaboran para fomentar la cultura entre los jóvenes viajeros del suburbano y ofrecerán mañana, a los usuarios del abono joven, la actividad cultural ‘Fuera de cuadro (pintura y cine)’, que relaciona las obras de la pinacoteca con el mundo del séptimo arte.

La actividad, que ha diseñado y organizado el equipo de educación del museo, combina el recorrido por el Thyssen-Bornemisza con secuencias de películas, cortometrajes o fragmentos descartados. Después habrá un debate sobre el poder de la imagen y sobre las conexiones entre el séptimo arte, la pintura y sus procesos de creación.

El objetivo de esta iniciativa es generar un espacio para el intercambio de ideas y el aprendizaje compartido que permita reflexionar desde una mirada crítica y creativa en torno a las relaciones entre ambas manifestaciones artísticas.

Esta actividad está destinada a los usuarios del abono joven de transportes que tengan entre 15 y 25 años. La próxima visita ya está programada para el 13 de diciembre.

Metro, con los museos

Esta iniciativa se enmarca en el acuerdo de colaboración denominado ‘Estación del Arte’ que mantiene Metro de Madrid con los principales museos de la ciudad: Museo Thyssen-Bornemisza, Centro de Arte Reina Sofía, y Museo del Prado.

Esta colaboración, que se va desarrollar durante los próximos meses, quiere fomentar tanto el uso del suburbano madrileño como las visitas a estos tres museos.

Metro de Madrid y los tres museos colaboraron por primera vez en mayo de 2018 para cambiar la denominación de la estación de metro de Atocha por el de Estación del Arte y tematizarla con obras de estas pinacotecas. Reproducciones de 36 pinturas decoran ahora pasillos, andenes y vestíbulos de una de las estaciones más emblemáticas de la red de Metro.

Entre las obras pertenecientes al Museo del Prado se pueden contemplar el Jardín de las Delicias, de El Bosco; la Rendición de Breda, de Velázquez; o la Pradera de San Isidro, de Goya. Del Reina Sofía son, entre otros, el Guernica, de Picasso; la Ventana Abierta, de Juan Gris; o la Casa de la Palmera, de Miró. Y del Thyssen figuran Los Descargadores, de Van Gogh; la Habitación de Hotel, de Edward Hooper; o Santa Catalina de Alejandría, de Caravaggio.

Se trata de vinilos de proporciones mayores que las obras originales con los que la estación se transforma en un museo con obras de grandes dimensiones y los usuarios pueden conocer y disfrutar de los más mínimos detalles de las obras de algunos de los mejores artistas de la historia.

Con todo ello, Metro de Madrid pretende acercar sus espacios, que recorren a diario 2,3 millones de viajeros, al mundo de las artes. Los tres museos constituyen uno de los ejes culturales más importantes del mundo, con más de 7,5 millones de visitantes anuales.

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